Autor: Riskov
No ha faltado quien se ha preguntado qué sentido tiene divulgar ateísmo. Si no queremos creer pues lo podemos hacer en silencio. Sí, como en tantos otros países. Y es que, según la Humanists International, el 70 % de la población mundial vive en países donde no existe el derecho a elegir religión y la expresión de los valores humanistas está severamente reprimida.
Internet ha venido a equilibrar el terreno de juego. Los divulgadores religiosos siguen siendo muy mayoritarios pero, ahora, hay muchas webs de todo tipo; el lector busca un tema y lo encuentra fácilmente. En este sentido, tan fácil es leer una web atea como otra religiosa. En los países donde no se censura la lectura en la red nuestras webs pueden constituir un aporte positivo a la propagación de nuestros valores.
Nuestra intención no se limita dar el mensaje “deja de creer en dioses”. Como el lector puede apreciar de entradas anteriores, divulgamos sobre las virtudes del método científico, defendemos que cada persona reflexione racionalmente por sí misma, intentamos acabar con las falacias (este y este también), apoyamos la democracia y criticamos las dictaduras ateas, abogamos por una neutralidad doctrinal del Estado, señalamos los peores aspectos del tradicionalismo religioso con especial énfasis en el Islam (aquí, aquí, aquí o aquí), damos luz sobre el mito religioso, pulverizamos el posmodernismo…
De acuerdo a la investigación de Humanists International, sólo el 4 % de la población mundial vive en sociedades satisfactoriamente laicas, donde existe una verdadera separación de las autoridades religiosas y políticas. España no es el caso.
Donde sí cumplen bien es en Bélgica, Países Bajos y Taiwán, que ocupan los primeros lugares del informe, los que respetan plenamente las libertades de opinión y conciencia.
Estamos rodeados de religiones que pregonan la verdad divina y su correspondiente paraíso a cambio de creerlas acríticamente de por vida (o sea, tener fe). También de doctrinas políticas que nos aseguran tener la solución para que vivamos en la abundancia y felicidad. ¿Cuál de ellas dice la verdad? El criterio más utilizado tradicionalmente ha sido el de heredar la cultura y creencias de nuestros padres. Pero, para los que buscamos un criterio más objetivo, el racionalismo es una estupenda herramienta.
Mientras haya instituciones que llenen el espacio público de llamadas a la creencia acrítica nuestra divulgación será necesaria. Moleste a quien moleste…
Referencias
http://de-avanzada.blogspot.com/2022/12/2022.html
https://humanists.international/
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"No seguimos el ateísmo marxista"
ResponderBorrarCreo que has hecho bien en hacer esa aclaración, teniendo en cuenta la facilidad con que muchos creyentes identifican el ateísmo con el comunismo y el marxismo, llegando a manipular descaradamente los hechos de las dictaduras marxistas y comunistas con sus consiguientes persecuciones religiosas y asesinatos. El ateísmo, por sí mismo, no persigue a los creyentes y está en contra de los delitos del comunismo. Para nosotros, tan aborrecibles son esos crímenes como los perpetrados por instituciones religiosas.
"En el ateísmo racionalista, con bases ilustradas, se entiende como centro de la moralidad el ser humano, no Dios, razón por la cual defendemos los valores humanistas",
Tal como decía Protágoras: “el hombre es la medida de todas las cosas”, sin embargo, las religiones ponen por encima del propio ser humano a sus invenciones irracionales perjudicando gravemente las necesidades humanas, a las que privan de beneficios para otorgarlos a sus dioses, como si éstos fueran más necesitados que los humanos. Y es ahí donde se pierde la dignidad al humillarse ante sus propias invenciones y postrándose como siervos ante ellos. Por eso, en muchas ocasiones, acabo mis escritos con ese lema: “Dios podrá ser todo lo grande que se quiera, pero la dignidad humana está por encima de cualquier dios”
Mientras haya instituciones que llenen el espacio público de llamadas a la creencia acrítica nuestra divulgación será necesaria. Moleste a quien moleste…
ResponderBorrarUn ataque común y absurdo a los ateos consiste en acusarlos de "odiar a Dios".
Obviamente no se puede odiar un ser inexistente. Sería tan disparatado como odiar a Darth Vader.
Cuando se critica a Dios basándose en la evidencia y la razón, se hace para mostrarle a los creyentes que el dios amoroso y justo del cual tanto hablan no existe. De esa forma se les quita autoridad para seguir pontificando y fastidiando a los no creyentes.
Los ateos no criticamos a Poseidón, porque los creyentes en ese dios son muy pocos y no alcanzan masa crítica para influir en la vida del resto. Pero en las regiones del planeta con gran concentración de cristianos o islámicos, los creyentes tienen poder suficiente para influir en la legislación que nos afecta a todos.
Refutando esas creencias delirantes se combate el adoctrinamiento que practican, y se reduce su número hasta hacerlo parecido al de los creyentes en Poseidón.