Autor:
Riskov
Estamos inmersos en una época que, en la vertiente socio-política, se denomina de polarización. En los extremos del arco político nos vamos situando cada vez más agrupados. En el debate público el protagonismo lo toma un bando o polo contra otro. ¿Por qué sucede esto y qué consecuencias trae?
En la respuesta a la primera cuestión están omnipresentes las redes sociales y su famosa cámara de eco. Ahora tenemos a nuestra disposición una cantidad enorme de páginas web: en forma de blogs como este, foros y redes sociales tan importantes que no requieren ser nombradas. Cada ciudadano puede navegar, ver y leer algunas páginas de su elección, la cual casi siempre coincide con su forma de pensar.
Nos gusta leer información con un estilo que reafirme nuestra cosmovisión. Huimos de discusiones internas al leer relatos que nos contradicen. ¡Infórmame de acuerdo a mi forma de pensar!
Siempre ha sido así pero ahora podemos seleccionar entre muchos más medios, lo que favorece que estos se especialicen en una cosmovisión determinada.
Y con las muy famosas redes sociales sucede algo similar y en mayor grado. Para asegurarse de nuestra fidelidad, que nos sintamos a gusto, es la propia inteligencia artificial (los cacareados algoritmos) los que seleccionan las fuentes para cada lector. De acuerdo, claro está, a sus gustos recientes.
Todo esto favorece la cámara de eco: cada consumidor (que eso es lo que somos en sociedad) tiene a su disposición información personalizada a favor de su cosmovisión.