Autor:
Riskov
En numerosas ocasiones hemos tenido que escuchar que el ateísmo nos lleva a sistemas de gobierno como el de
Corea del Norte. La primera respuesta es que, aunque el comunismo sea teóricamente ateo, no todos los ateos son comunistas. Efectivamente, la no creencia en deidades no está ligada a un tipo exclusivo de política.
Y podemos elaborar una segunda respuesta una vez que analicemos las bases espirituales del régimen de Corea del Norte.
La autodenominada
República Popular Democrática de Corea fue fundada por
Kim Il-sung, abuelo del actual mandatario, que intentó aparecer ante las masas como un ser sobrehumano, dotado de capacidades especiales. Él desarrolló las bases de la nueva filosofía de gobierno, la
doctrina Juche. La versión oficial del régimen norcoreano afirma que Kim Il-sung recibió la inspiración para redactar la doctrina Juche en uno de los montes más sagrados de la tradición coreana, el
Paektu. Notemos la similitud de este hecho con el pasaje bíblico en el que Moisés recibe de Dios las Tablas de la Ley en el monte Sinaí.