Autor:
Bernat
A lo largo de los diferentes debates en los que he participado, he argumentado la incoherencia resultante de la pretensión de que exista una sustancia inmaterial independiente de la materia. Todos los atributos de Dios no dejan de ser meros antropomorfismos que se le adjudican sin otra razón que la mera copia de las características humanas a falta de otros referentes existenciales.
Conceptos como "consciencia", "voluntad" y "pensamiento" sólo se dan en los seres vivos materiales como productos emergentes de la materia. No obstante, esta vez no voy a hablar de la materia como soporte de dichas sustancias, que por experiencia no se pueden dar sin la susodicha materia, sino de la total y absoluta incoherencia que supone que un ser inmaterial tenga consciencia, pensamiento, voluntad, etc.
Y aunque Dios entra de lleno en la descripción de un ser inmaterial, por lo que la siguiente crítica también le es pertinente, no voy a centrarme en él, sino en los
ángeles, como seres creados por Dios para servirle.