2021-07-10
297.- La Biblia no tiene contradicciones
Autor: Riskov
¡Acompañadme a visitar los versículos 1 al 3 de 2 Samuel 24! :
Volvió a encenderse la ira de Jehová contra Israel, e incitó a David contra ellos a que dijese: Ve, haz un censo de Israel y de Judá. Y dijo el rey a Joab, general del ejército que estaba con él: Recorre ahora todas las tribus de Israel, desde Dan hasta Beerseba, y haz un censo del pueblo, para que yo sepa el número de la gente. Joab respondió al rey: Añada Jehová tu Dios al pueblo cien veces tanto como son, y que lo vea mi señor el rey; mas ¿por qué se complace en esto mi señor el rey?
¡Seguid tras de mí a contemplar los versículos 1 al 3 de 1 Crónicas 21! :
Pero Satanás se levantó contra Israel, e incitó a David a que hiciese censo de Israel. Y dijo David a Joab y a los príncipes del pueblo: Id, haced censo de Israel desde Beerseba hasta Dan, e informadme sobre el número de ellos para que yo lo sepa. Y dijo Joab: Añada Jehová a su pueblo cien veces más, rey señor mío; ¿no son todos éstos siervos de mi señor? ¿Para qué procura mi señor esto, que será para pecado a Israel?
Estos pasajes fueron escritos a buen seguro por dos autores diferentes. Relatan un mismo episodio; de lo contrario, se trataría de dos episodios de gran similitud. Son análogos pero no tienen fecha para situarlos, lo que nos impide fijarlos en un momento determinado, aunque todo parece indicar que sería el mismo. Sería inusual que hubiera más de un censo organizado en vida de David y Joab. ¡Pero uno es protagonizado por Jehová y el otro por Satanás!
Samuel denomina Jehová al personaje que incita a David a hacer un censo, mientras que en Crónicas lo llaman Satanás. En ambos casos la incitación es con furia (la ira de Jehová o Satanás, ambos válidos) ¿Da igual uno que otro? ¿Son intercambiables?
Es cierto que en el Antiguo Testamento la actitud de Dios puede ser trasladable al Demonio, con sus dotes de iracundo, celoso, vengativo, sanguinario… La novedad en estos pasajes ha sido el de confundirlos. Al fin y al cabo, ambos son capaces de tal comportamiento.
Este intercambio de personajes es más factible en el Antiguo Testamento. Aquí, todo lo malo que viene del "Cielo" se podía achacar a Jehová, bien a causa de su enfado con el pueblo elegido de dura cerviz, bien contra sus enemigos. Satanás aparece muy pocas veces, fundamentalmente como consejero que pone a prueba a personajes ilustres, nunca como asesino (no se le conoce ninguna muerte directa). Es en el Nuevo Testamento donde Satanás va adquiriendo protagonismo y va monopolizando el mal, permitiendo que la nueva imagen de Dios (el Padre) quede liberada de ello. En los evangelios se va desarrollando esta doctrina progresivamente, hasta alcanzar su culmen en el último evangelio, el de Juan, donde el Demonio interviene mucho.
Este desarrollo progresivo llegó al punto de atribuir todo lo bueno a Dios y lo malo al Demonio. No obstante, si miramos atrás y releemos los dos pasajes expuestos del Antiguo Testamento lo tendremos que interpretar de la manera primitiva, debido a que en esa época no era así.
Fuente bíblica: www.biblegateway.com
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Cuando se escarba en la basura, lo que se encuentra es, mayormente, basura. El A.T. es, como el resto de la Biblia, una colección de relatos fantásticos, mitos y supersticiones que sólo tienen interés, limitado, como obra literaria de ficción "histórica", lo mismo que La Ilíada, La Odisea, Las mil y una noches...
ResponderBorrarLos crédulo-creyentes llevan más de 2 milenios intentando justificar, con "razones" a cuál más absurda y rebuscada, la imagen vomitiva de su diosito del A.T. y lo contraponen a la figura de jesusito y el N.T. que parece más digerible. Pero, obviamente, hacer esto no debe implicar poner en cuestión ni la "historicidad" del A.T. ni la inspiración divina que guió la mano de los "autores", ni la propia imagen de diosito, que tiene que seguir pareciendo lo que los textos muestran claramente que no es: un ser benevolente, justo, omnisciente, misericordioso y que nos ama infinitamente, tanto, que creó el Mundo por amor...
La lectura de los textos bíblicos permite aplicar el término jurídico "ante confesión de parte, relevo de prueba", lo que nos quita trabajo a los ateos, no haciendo necesario demostrar por ninguna otra vía que el personaje de diosito es un ególatra celoso, inmaduro, psicópata, sociópata, sádico, genocida, homófobo, misógino, caprichoso, intolerante, manipulador, malvado, esclavista, racista, malhumorado e ignorante, por hacer una lista breve de sus "cualidades".
Y tampoco es que el patético de jesusito mejore mucho las cosas en el N.T.
Intenta rebajar el nivel de inicuidad de papito con sus cuentos para mentes débiles e ignorantes, pero al final acaba torturado y muerto en la cruz como parte del plan "divino" así que, fracaso total. Y es que como dice el refrán "aunque la mona se vista de seda, mona se queda",
No se puede decir mejor, ni con más palabras.
ResponderBorrarEstá claro que la Biblia es una colección de mitos. Lo que no deja muy bien al ser humano, el cual en alto grado sigue creyendo que es un libro divino, de la misma manera que el Corán y otros.
ResponderBorrarDe vez en cuando viene algún creyente y nos pide que demostremos que dios no existe. ¿Es que denunciar los graves errores de los libros sagrados y de las religiones no sirve para ello? ¡Ah, no, es que no me refiero a ese dios, sino en el que yo creo! Bueno, ese es problema tuyo. Nuestra labor de desarticulación de las falsedades religiosas queda bien desarrollada.
El problema del ateísmo en general, no es tanto los argumentos en sí, que los hay de sobra, sino la disonancia cognitiva que afecta a la mayoría de creyentes a la hora de debatir.
ResponderBorrarEs que el cristianismo ha logrado definir no solo como hay que creerle, sino "como no creerle".
ResponderBorrarPor ejemplo, se incluye habitualmente al cristianismo como un monoteísmo a declaración de parte, porque el cristianismo dice que sus tres dioses son uno, que su virgen y sus santos no son semidioses, etcétera.
El hinduismo podría reclamar que la trimurti es una manifestación de un solo dios, y listo.
Según la propia lógica de muchos sacerdotes su misma religión es un retroceso respecto al monoteísmo hebreo, es una vuelta al antropomorfismo declarado de los dioses, el dios que se vuelve humano. Desde luego que lo revisten de amor y de ternura, pero lo mismo da.
Es que el cristianismo ha logrado definir no solo como hay que creerle, sino "como no creerle".
ResponderBorrarExactamente. Eso lo hace muy bien la teología, que es el arte de no decir nada con muchas palabras huecas y sin sentido, pero que en boca de los "doctores" se viste de "sabiduría divina". Así les toman el pelo...
El Catecismo de la ICAR procede a justificar una tradición. Bien es sabido que la Biblia prohíbe adorar imágenes pero esta es una tradición entre los feligreses; ahí se lanza al rescate el Catecismo, lleno de teología: "los católicos no adoramos imágenes, las veneramos".
ResponderBorrarEl pobre Daniel ha adoptado este estilo de cambiar una palabra para blindar su idea.
"El pobre Daniel ha adoptado este estilo de cambiar una palabra para blindar su idea."
ResponderBorrarYa está Riskov de vuelta con sus inventos.
De inventos, nada. Riskov tiene razón. Tú utilizas las palabras según te conviene y lo haces constantemente.
ResponderBorrarEl ejemplo más claro: "Dios no crea "causa sui" sino "desde sí mismo"; una chorrada como un piano que no tiene ningún sentido.
ResponderBorrarSí. También podríamos poner como ejemplo: "Otro ser eterno podría ser causado pero no creado en cualquier momento por Dios, ya que ambos seres son eternos".
ResponderBorrarEsas citas textuales, salvo la de que Dios crea desde sí mismo, no las he dicho yo en ningún momento. Otros inventos más.
ResponderBorrarLos bocachanclas como Daniel esperan que se olviden mágicamente las chorradas que van soltando. Piensan que nadie se tomará tiempo en comprobar si han dicho lo que luego niegan haber dicho. Y en parte están en lo cierto, leer idioteces no es algo que apetezca y releerlas aún menos. Pero ahí están los comentarios del blog, para que quien quiera pueda comprobar si lo que se afirma en un invento o bien lo escribió Daniel en su momento. Es lo mismo que ha venido haciendo en cada intervención, llenar el debate de ruido e ir saltando de un tema a otro, normalmente sin relación con lo que se está tratando, para así reventarlo y, de paso, que a un recien llegado al debate y que lea sólo los últimos comentarios, le sea algo más difícil ver que está ante un trilero de las palabras, un tramposo que mueve la portería constantemente, y si hace falta hasta cambia mil veces sus reglas, con tal de darse la razón.
ResponderBorrarUna cosa sí tiene razón el pobre Daniel: puse comillas para delimitar su mensaje pero no eran palabras textuales. Voy a intentar desarrollar el sentido de su mensaje e interpretar su método teológico.
ResponderBorrarAnte la cuestión de si Dios puede crear otro ser eterno la respuesta fue de estilo teológico; no, porque un ser eterno no puede ser creado debido a que existe desde siempre pero sí puede ser causado. ¿Y qué significa que puede ser causado pero no creado? ¡Ah, teología! Solo puede ser entendido por teólogos y agnósticos teístas.
Ahora yo cuestiono: un ser eterno existe desde siempre, razón por la cual hay los que ya hay y no pueden crearse más. Debe ser un número determinado y fijo. ¿Los teólogos lo conocen? Supongo que la mayoría dirá que uno solo. Y ya no puede haber más, por lo que no se pueden crear ni sumar, ni siquiera con totipotencia.
Otra cosa me viene a la cabeza:
ResponderBorrarDicen que Dios es un ser eterno incausado. Ahora dice Daniel que otro ser eterno puede ser causado pero no creado. ¡Un ser eterno causado y otro incausado existiendo desde siempre!
crear
ResponderBorrar2. tr. Establecer, fundar, introducir por vez primera algo; hacerlo nacer o darle vida, en sentido figurado.
causa
1. f. Aquello que se considera como fundamento u origen de algo.
Un ser eterno no puede ser creado porque no tiene una primera vez sino que es eterno.
Un ser eterno puede ser causado si tiene el fundamento de su ser en otro ser.
Por otro lado Riskov confunde ontología con teología pensando que va a poder descalificar lo que he dicho diciendo simplemente que es teología.
Renzo
ResponderBorrarSi alguien cita algo que dice que he dicho y yo digo que no lo he dicho, no hace falta que los lectores busquen por todo el blog. Lo que hace falta es que haga referencia a la cita, algo tan fácil como señalar el hilo y la fecha y hora del mensaje.
Respecto a tus acusaciones, éstas son, como siempre, afirmaciones gratuitas en un afan descalificatorio.
Bueno, el ejemplo del pobre Daniel está muy bien para confirmar lo dicho. Juego de palabras y estilo teológico. Parece que las apreciaciones de Bernat y de Renzo son acertadas.
ResponderBorrarPor mi parte, cándido de mí, ¿cómo he podido confundir ontología con teología hablando de dios? Repetiré mil veces: no confundiré "onto" con "teo".
Pues eso: lo que decía; que Daniel usa las palabras según le convienen. Está claro que en la frase: "Un ser eterno puede ser causado si tiene el fundamento de su ser en otro ser." y en "Un ser eterno no puede ser creado porque no tiene una primera vez sino que es eterno." las palabras "creado" y "causado", en ese contexto, son EXACTAMENTE LO MISMO por mucho que nos traiga el diccionario.
ResponderBorrarEl problema es que Daniel, al haber afirmando en algún momento la primera frase y al haberse dado cuenta de la infinita chorrada que es, ahora su orgullo no le permite volver atrás y tiene que mantener su estupidez a cualquier precio. "Sostenella y no enmendalla" la famosa frase tan repetida y denunciada por Renzo.
Repasemos las definiciones del diccionario:
crear
2. tr. Establecer, fundar, introducir por vez primera algo; hacerlo nacer o darle vida, en sentido figurado.
causa
1. f. Aquello que se considera como fundamento u origen de algo.
En la definición de “crear” se dice, entre otras cosas, “fundar”. En la definición de causa se dice “fundamento”. Por lo tanto, fundar y que algo sea el fundamento de otra cosa, es lo mismo.
En el WordReference se dice:
originar
• causar, producir, crear, hacer, formar, ocasionar, establecer, criar, engendrar, generar, provocar
◦ Antónimos: concluir, finalizar
• provenir, dimanar, derivarse, resultar, trascender, emanar, descender, salir, brotar, germinar
(https://www.wordreference.com/sinonimos/originar)
Vemos, pues, que crear y causar son sinónimos y mucho más en el contexto en el que Daniel los sitúa.
¿Un ser todopoderoso puede crear una roca tan pesada que ni él mismo pueda levantarla?
ResponderBorrarUna cuestión peliaguda que se puede salvar con el estilo teológico de cambiar una palabra por otra, o bien liando la justificación para concluir que sí porque sí.
El pobre Daniel es humilde discípulo de este estilo frecuentemente empleado por creyentes pero no por agnóstico-teístas. Se puede comprender que los creyentes tengan que justificarse liando los argumentos. ¿Pero un agnóstico? Estos salen airosos con un "suspendo el conocimiento" (o más fácil, "no sé"), no tienen que inventarse nada. Con Daniel vemos un perfil diferente.
Lo que yo creía en relación a un agnóstico-teísta es que se situaba en un, a grandes rasgos, "no sé pero quiero creer". Pero este Daniel nos ha salido teólogo (ontólogo, diría él; tontólogo, dirá Bernat).
Pues eso: lo que decía; que Daniel usa las palabras según le convienen. Está claro que en la frase: "Un ser eterno puede ser causado si tiene el fundamento de su ser en otro ser." y en "Un ser eterno no puede ser creado porque no tiene una primera vez sino que es eterno." las palabras "creado" y "causado", en ese contexto, son EXACTAMENTE LO MISMO por mucho que nos traiga el diccionario.
ResponderBorrarBernat miente, ya que, en el contexto en el que lo digo, "causado" y "creado" son diferentes, ya que parto de conceptos y palabras diferentes.
En la definición de “crear” se dice, entre otras cosas, “fundar”. En la definición de causa se dice “fundamento”. Por lo tanto, fundar y que algo sea el fundamento de otra cosa, es lo mismo.
Fundamento tiene un significado más amplio que la acción o efecto de fundar.
"En el WordReference se dice:
originar
• causar, producir, crear, hacer, formar, ocasionar, establecer, criar, engendrar, generar, provocar"
Todo lo originado es causado, pero no todo lo causado es originado.
Por otro lado, en sinonimos de WordReference
ResponderBorrarcrear
inventar, engendrar, procrear, imaginar, concebir
instaurar, fundar, establecer, instituir, legitimar
Antónimos: destruir, eliminar
nombrar, designar, elegir
Antónimos: destituir, cesar
"causar" no aparece como sinónimo de "crear", desmontando la igualdad que sostiene Bernat.
Si A es igual a B, y B es igual a C; A es igual a C.
ResponderBorrarSi según el WordReference, originar es igual a crear y a causar, se entiende que causar y crear es lo mismo.
sinónimo, ma
ResponderBorrar1. adj. Ling. Dicho de una palabra o de una expresión: Que, respecto de otra, tiene el mismo significado o muy parecido, como empezar y comenzar. U. t. c. s. m.
Muy parecido no significa que sea igual.
Como he dicho: todo lo originado es causado. Pero causado y originado no significan lo mismo.
Compañeros, hay palabras que aún teniendo sognificados y usos totalmente distintos, en determinado contexto pueden ser sinónimos. Por ejemplo, en este blog Daniel es sinónimo de crédulo, liante, tramposo, manipulador, embustero, falso, charlatán...y una larga lista de calificativos descriptivos.
ResponderBorrarRenzo volviendo a meter mierda. Todo un clásico.
ResponderBorrarcrédulo, liante, tramposo, manipulador, embustero, falso, charlatán...y una larga lista de calificativos descriptivos.
ResponderBorrarNo creas, Renzo. No es lo mismo un tramposo que un manipulador, ni un embustero que un falso o un charlatán.
El tramposo difiere del manipulador en que el primero consta de ocho letras, mientras que el segundo tiene once. ¡Ah, no, espera! Que no es lo mismo en ese contexto “tener” que “constar de...x letras”
Veamos:
Tener: 1. tr. Asir o mantener asido algo.
Constar: Estar [un todo] formado o compuesto por varios elementos.
Es evidente que, según el diccionario, las palabras no pueden “tener” letras, puesto que las palabras no pueden “asir” las letras ni mucho menos mantenerlas asidas. Eso sólo lo puede hacer un objeto físico como las manos, unas pinzas, unas tenazas, etc.
Embustero: Que dice embustes.
Falso: Que es contrario a la verdad por error o malicia.
Como vemos, las dos definiciones son parecidas, pero no son lo mismo. Aunque embuste sea una mentira, y el que dice embustes es, por tanto, un mentiroso, un mentiroso no es lo mismo que un falso.
En consecuencia, Daniel tiene razón al decir que causar, originar o crear no son lo mismo. Es más, no hay ninguna de las tres palabras que esté compuesta por las mismas letras. O sea, por ejemplo, si “crear” tuviera las mismas palabras que “originar”, originar sería “crear” y vemos que no es así. Lo mismo ocurre con “originar” cuyas letras “o-r-i-g-i-n-a-r” son diferentes a “c-r-e-a-r” o “c-a-u-s-a-r”.
Daniel tiene razón.
Daniel tiene razón.
ResponderBorrarEl detector de sarcasmo del profesor Frink ha vuelto a estallar.
Ja,ja,ja
ResponderBorrarMuy bueno Bernat!!!
"un mentiroso no es lo mismo que un falso"
ResponderBorrarmentiroso
3. adj. Engañoso o falso.
Volvimos al diccionario 😩 fuente de verdad e iluminación.
ResponderBorrarAleluya aleluya
Tu palabra divina Larousse
Es palabra de vida eterna
Aleluya, aleluya
"un mentiroso no es lo mismo que un falso"
ResponderBorrarmentiroso
3. adj. Engañoso o falso.
Verás, Daniel, según el principio de simprocidad cuántica, al igual que crear – según tú- no es lo mismo que causar, la resultante de las definiciones que nos da el diccionario, pueden ser verdaderas o falsas según se mire por delante o por detrás.
Tú sabes perfectamente que si le dices a alguien, señalando a una persona, que a la derecha tiene un bolso colgando del brazo, se te podrá preguntar: “a la derecha de esa persona, o a la derecha según veo yo la persona” puesto que esa persona puede estar de frente o de espaldas. Aún así, si te dicen que “a la derecha de la persona” bien podría llevar el bolso colgando del brazo izquierdo y cruzar el mismo hacia su derecha de tal manera que, aún siendo el brazo izquierdo, éste estaría a “su derecha”.
Esa es la relatividad del principio de la simprocidad cuántica que te pasaste por el forro. Pero he aquí un claro ejemplo de cómo puede resolverse una cuestión semántica apelando a la relatividad cuántica.
Las definiciones no son ni verdaderas ni falsas. Las definiciones simplemente clarifican el significado de las palabras que se están utilizando.
ResponderBorrarEl diccionario se limita a recoger el uso común y por tanto las definiciones comunes de las palabras.
Pienso que no os gusta el diccionario porque preferís que las palabras que utilizais no tengan un significado determinado y poder modificarlo a conveniencia.
Relato de ficción basado en hechos reales
ResponderBorrarExaminador del permiso de conducción:
- Vaya a la derecha.
Bernat
- ¿Que vaya a mi derecha, que vaya a la derecha que el coche que viene de frente, que me posicione politicamente más a la derecha, qué...?
Examinador del permiso de conducción:
- Pare el coche y baje del mismo.
Bernat:
¿Ha oído hablar del principio de simprocidad cuántica? De momento estoy aprobado y no aprobado a la vez hasta que no me ponga el resultado.
Examinador del permiso de conducción:
- Claro, claro.
Inesperadamente (para Bernat) éste (Bernat, no el examinador) suspendió el examen.
No es "no me gusta el diccionario". No es cuestión de palabras. Las palabras no pueden crear nada. No es por decir si un tal dios es fundamento o causa o lo que fuere que va a existir el tal sujeto de creencias. Solo se podría explicitar un poco la creencia que tiene quien cree.
ResponderBorrar
ResponderBorrarYa lo dijo Hernest Wilson: "Quien dice entender el principio de la simprocidad cuántica, es que no la ha entendido"
Uh.
ResponderBorrarY yo que la tenía tan clara.
😆
Walrus
ResponderBorrarPara negar algo hay que definir que es ese algo que se niega.
Las definiciones se refieren a la esencia no a la existencia.
La pseudociencia es un método que da lugar a conclusiones falsas porque, entre otras cosas, utiliza medias verdades. Bajo datos científicos seleccionados y otros rechazados se llega a la conclusión deseada. Si no es suficiente, se maquillan los datos. Parece ciencia pero no lo es.
ResponderBorrarEste método aquí es aplicado por el pobre Daniel. Ahora tenemos otro de sus ejemplos: dice que Bernat se equivoca cuando dijo que mentiroso no es igual a falso. Extrae del diccionario lo siguiente:
mentiroso
3. adj. Engañoso o falso.
Y concluye que mentiroso es igual a falso.
Sin embargo, él mismo ya había insistido en que crear es causar pero causar no siempre es crear. Y no aplica lo mismo aquí, donde sí sabemos que mentiroso es falso pero falso no siempre es mentiroso (necesitaría voluntariedad).
El pobre Daniel... cuando le interesa es estricto en un proceso y cuando no, lo ignoro.
Nuestro pobre Daniel, que vino a visitarnos lleno de esperanza en sus insignes argumentos que desmontarían a los desprevenidos ateos y ahora se pregunta qué le queda por decir.
La pseudociencia es pasar por ciencia lo que no es ciencia, como cuando los ateos pretenden pasar su ateísmo por ciencia cuando para nada lo es.
ResponderBorrarfalso
3. adj. Dicho de una persona: Que miente o que no manifiesta lo que realmente piensa o siente. U. t. c. s.
mentiroso, sa
1. adj. Que miente, y especialmente si lo hace por costumbre. U. t. c. s.
Un falso siempre es un mentiroso.
Otro ejemplo de pseudociencia es la telepatia de Riskov intentando adivinar mis intenciones: no da una.
Los pseudocientíficos no suelen dar su brazo a torcer y es muy frecuente que acusen a los demás de ser ellos los que tergiversan.
ResponderBorrarEn este caso así sucede. ¿Y qué detalle pseudocientífico aporta? Veamos.
Sabemos que un dicho falso puede ser por error o por embuste. Una definición es: Que es contrario a la verdad por error o malicia. Sin embargo, el pobre Daniel nos aporta solo la tercera acepción del diccionario y... ¡voilà, llega su conclusión deseada!
Al hablar de UN falso y de UN mentiroso, Bernat y yo hablabamos de personas. Así que las definiciones pertinentes son las que se refieren a las personas.
ResponderBorrarfalso
3. adj. Dicho de una persona: Que miente o que no manifiesta lo que realmente piensa o siente.
No es lo mismo un dicho falso, que un falso. Riskov es un falso.
Perdona, es que no había tenido en cuenta el principio de simprocidad cuántica.
ResponderBorrarEn relación a tu intercambio con Bernat respecto a mentiroso y falso, comenzó el 14 de julio de 2021, 12:17, con el siguiente texto de Bernat:
Es evidente que, según el diccionario, las palabras no pueden “tener” letras, puesto que las palabras no pueden “asir” las letras ni mucho menos mantenerlas asidas. Eso sólo lo puede hacer un objeto físico como las manos, unas pinzas, unas tenazas, etc.
Embustero: Que dice embustes.
Falso: Que es contrario a la verdad por error o malicia.
Como vemos, las dos definiciones son parecidas, pero no son lo mismo. Aunque embuste sea una mentira, y el que dice embustes es, por tanto, un mentiroso, un mentiroso no es lo mismo que un falso.
Por tanto, las definiciones escogidas para el debate no son las que tú señalas ahora, sino "Falso: Que es contrario a la verdad por error o malicia".
Daniel, eres la persona más inteligente que ha pasado por este blog. Tus argumentos me han servido para darme cuenta de mis equivocaciones. Tu sindéresis, tu mente preclara son fuente de sabiduría y látigo de ateos.
ResponderBorrarSí, tienes razón, Riskov es un falso.
Riskov es un falso y un mentiroso.
ResponderBorrar"Sí, tienes razón, Riskov es un falso."
ResponderBorrarMuy buena Riskov, me recuerda a los libros de Smullyan.
Ya volvió otro del club de mentirosos.
ResponderBorrarVuelves a tener razón. He sido falso, mentiroso y embustero.
ResponderBorrarMuy bien descrito, Riskov. En necesario constatar lo que uno es, y si uno es falso, pero también mentiroso y embustero, hay que decirlo y especificarlo, puesto que si fueran lo mismo, con decir "falso" ya sabríamos que uno es también embustero y mentiroso.
ResponderBorrarYo no he dicho que Riskov sea un embustero, para ello sus mentiras tendrían que tener arte en vez de ser zafias.
ResponderBorrarEl pobre Daniel, ingeniero y tan listo como cree ser, sigue sin enterarse, ja,ja,ja
ResponderBorrar¿De qué se supone que debo enterarme y no me he enterado?
ResponderBorrar¿No será que vuelves a mentir?
pues de que un mentiroso y un embustero ¡¡no son lo mismooooo!! je, je.
ResponderBorrarEl que no se entera eres tú, Bernat.
ResponderBorrarEn primer lugar, le he preguntado a Renzo, no a tí.
En segundo lugar, he dicho que Riskov es un mentiroso pero no he dicho que es un embustero. Hay una cierta diferencia entre mentiroso y embustero.
Y sigue sin enterarse, es que está más perdido que el barco del arroz, pobrecito Daniel.
ResponderBorrarY sigue sin explicar que es lo que no entiendo, dejándolo en una afirmación gratuita.
ResponderBorrarEso es lo que Renzo mejor sabe hacer: afirmar cosas sin ningún tipo de fundamento.
Un detalle ha sido pasado por alto que cuestiona lo sugerido por Daniel. No sé si él lo había considerado, lo había superado y tiene justificación para ello.
ResponderBorrarDos conceptos muy parecidos y cercanos pueden converger en una asíntota hasta perder toda distinción a nivel de significado. Sin embargo, la paradoja de la simprocidad, siempre considerando el principio de relatividad que abarca el entorno, torna el significado conceptual desde la asíntota al infinito hasta la oposición. A nivel cuántico está comprobada la paradoja, la cual alcanza su influencia a nivel macro.
No podemos ignorar las consecuencias derivadas la paradoja conceptual si pretendemos analizar la esencia del conjunto formado por ambos conceptos. De lo contrario, tomaríamos uno y otro confundiendo identidad y oposición.
charlatán
ResponderBorrar1. adj. Que habla mucho y sin sustancia. U. t. c. s.
Tal y como Riskov en el mensaje anterior.
¿?
ResponderBorrar¿He hablado mucho?
"¿He hablado mucho?"
ResponderBorrarEn mi opinión no. Se trata de temas muy complejos y que no es nada fácil sintetizar en el espacio de un blog, peor aún cuando alguno de los lectores, léase Danielín, no sabe de qué se habla. Creo que tu comentario integra y resume con gran claridad los aspectos fundamentales sin entrar en tecnicismos y con un lenguaje comprensible por todos, o por casi todos.
Un mensaje sin sustancia de más de cien palabras es hablar mucho.
ResponderBorrar¿Sin sustancia?
ResponderBorrar¿Eres tú el que lo decide? Si no entiendes algo ¿quiere decir que no tiene sustancia?
¿No será que la sustancia que falta es la gris en tu cerebro?
Venga, Renzo, que ni siquiera Riskov puso en duda que no tuviera sustancia. Solo se le ocurrió cuestionar de que era mucho.
ResponderBorrarEntiendo perfectamente que lo que dice Riskov es un galimatias.
No te enteras, la respuesta de Riskov excluye, de las dos posibilidades, la que no se cumple "sin sustancia", por tanto si le llamas charlatán tiene que se por la otra "que habla mucho", de ahí su pregunta.
ResponderBorrarResulta muy cansino tener que explicárte cada cosa que no entiendes...son tantas y estás tan perdido.
El que no se entera o no se da por enterado eres tú Renzo. Para ser charlatán hay que cumplir dos condiciones y Riskov solo puso en duda una, que no era la de "sin sustancia".
ResponderBorrarDime lo que no entendiste, a ver si logro desarrollarlo.
ResponderBorrar"Para ser charlatán hay que cumplir dos condiciones..."
ResponderBorrarEntonces Riskov no lo es ya que en todo caso sólo cumpliría la primera, que es lo que pregunta, ya que la segunda queda excluida por el desarrollo de su comentario, así que tu acusación es falsa.
El pobre Daniel da cada vez más pena, no sólo elige, arbitrariamente, las definiciones que hay que aplicar a cada palabra, según su muy peculiar y escaso entendimiento, ahora tenemos que explicarle lo que él mismo genera y luego no sabe manejar.
Según Ralf O´Connor, discípulo de Noam Chomsky, los problemas semánticos pueden derivar en significados completamente diferentes no ya, según las definiciones que se utilizan, sino según la intención del exponente.
ResponderBorrarSegún dicho maestro no se puede establecer una conexión interdisciplinar de sujetos no equivalentes en el contexto mediático de la socialización de los elementos que intervienen. Así, pues, la distorsión que producen los elementos que no han sido desarrollados con el suficiente bagaje definitorio no pueden combinarse para producir conceptos preclaros. Por todo ello, es necesario seleccionar previamente al discurso dialéctico los elementos constitutivos del conjunto textual al que hay que dotarle de los significados oportunos en base a la terminología existente.
Otra de las consecuencias de la mezcolanza terminológica es la insistente preocupación por parte del lector, quien en un afán de búsqueda heurística, no dispone de todo un conjunto definitorio de los vocablos durante el desarrollo de la exposición. De esa guisa, el lector puede confundir la expresión médica "se la han soplado varios" con "tiene los ovarios soplados", cuestión, como es evidente, completamente distorsionante de la realidad.
Para evitar susodichos conflictos hermenéuticos, debemos considerar las posibles atribuciones a todas y cada unas de las unidades conceptuales que intervienen en un texto, por lo cual es necesario establecer un análisis minucioso de las mismas antes de dar por supuesto su significado. El lector deberá establecer todo un abanico de posibilidades en función de los diferentes significados prefijados por el diccionario, siendo imprescindible la elección más acorde con el contexto presente y según la intención de quien escribe.
"Emilio:
ResponderBorrarA mí me pasó algo parecido. En algunos foros, como todos sabemos, exiten tipos de esos que hablan para sí mismos sin tener en cuenta de que lo que dices lo dices para que te entiendan. Por ello, escribí un pequeño texto para burlarme de esos tipejos. Dicho texto ni siquiera tuve que pensarlo. Me salió todo seguido ya que lo iba improvisando. Al final, algunos se lo tomaron en serio como si hubiera pretendido expersar algo coherente, cuando no era mi intención.
Aquí está el texto:
Según decía el Maestro Piero, las cosas "moco son, y no moco parecen". Según dicho maestro no se puede establecer una conexión interdisciplinar de sujetos no equivalentes en el contexto mediático de la socialización de los elementos que intervienen. Así, pues, la distorsión que producen los elementos que no han sido desarrollados con el suficiente bagaje definitorio no pueden combinarse para producir conceptos preclaros. Por todo ello, es necesario seleccionar previamente al discurso dialéctico los elementos constitutivos del conjunto textual al que hay que dotarle de los significados oportunos en base a la terminología existente.
Otra de las consecuencias de la mezcolanza terminológica es la insistente preocupación por parte del lector, quien en un afán de búsqueda heurística, no dispone de todo un conjunto definitorio de los vocablos durante el desarrollo de la exposición. De esa guisa, el lector puede confundir la expresión médica "se la han soplado varios" con "tiene los ovarios soplados", cuestión, como es evidente, completamente distorsionante de la realidad.
Para evitar susodichos conflictos hermenéuticos, debemos considerar las posibles atribuciones a todas y cada unas de las unidades conceptuales que intervienen en un texto, por lo cual es necesario establecer un análisis minucioso de las mismas antes de dar por supuesto su significado. El lector deberá establecer todo un abanico de posibilidades en función de los diferentes significados prefijados por el diccionario, siendo imprescindible la elección más acorde con el contexto presente y según la intención de quien escribe.
Ahora bien, como dicha intención es desconocida por el lector, éste no deberá nunca dar por cierto el significado que parezca más evidente, ya que la intención del autor puede ser muy bien otra. Por esa razón, el lector deberá sopesar todos los elementos posibles -los más cercanos y apropiados al contexto en que se mueve la disputa- con el objeto de separar y excluir aquellos que, por su evidente desubicación gramatical distorsionarían el significado lógico del texto.
No obstante, no hay que cargar todo el peso hermenéutico al lector, sino que es responsabilidad del que escribe el ofrecer las facilidades semánticas para eliminar todas aquellas conjeturas falsas que pudieran confundir al lector. Así, pues, de entre todas las posibilidades, el autor de un texto deberá desarrollar una tesis de todas y cada una de las palabras con la intención de desarrollar una terminología concisa, clara, escueta e inequívoca para que el lector no pierda el hilo en el transcurso de la lectura.
A la espera de que mis precisiones no hayan perturbado su autoestima, le agradezco su atención prestada con el ánimo de ofrecer una mayor comprensión dialéctica y para establecer unos criterios comunes que ayuden a llevar nuestro entendimiento a buen puerto"
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¿A quién pretendes burlar, Bernat?
¿Qué pretendes decir con esa pregunta?
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