A continuación reproduzco un texto que explica cómo el método científico se protege de los errores que sus practicantes inevitablemente cometen. El texto está copiado de la versión en español del libro:
The Demon-Haunted World. Science as a Candle in the Dark.
En mi opinión el título significa algo así como la humanidad asustada (o acosada) por miedos y supersticiones, con la ciencia actuando como una vela en la oscuridad.
Reproduzco el texto de la versión en español. Me tomé la libertad de destacar algunas frases, de insertar algunas imágenes y de corregir algunos anglicanismos.
Extracto del Capítulo 2, "Ciencia y Esperanza"
Hay gente que considera arrogante a la ciencia, especialmente cuando pretende contradecir creencias arraigadas o cuando introduce conceptos extraños que parecen contrarios al sentido común. Como un terremoto que sacude nuestra fe en el terreno donde nos hallamos, desafiar nuestras creencias tradicionales, zarandear las doctrinas en las que hemos confiado, puede ser profundamente perturbador.
Sin embargo, mantengo que la ciencia es parte integrante de la humildad. Los científicos no pretenden imponer sus necesidades y deseos a la naturaleza, sino que humildemente la interrogan y se toman en serio lo que encuentran.
Somos conscientes de que científicos venerados se han equivocado. Entendemos la imperfección humana. Insistimos en la verificación independiente -hasta donde sea posible- y cuantitativa de los principios de creencia que se proponen. Constantemente estamos clavando el aguijón, desafiando, buscando contradicciones o pequeños errores persistentes, residuales, proponiendo explicaciones alternativas, alentando la herejía.
Damos nuestras mayores recompensas a quienes refutan convincentemente creencias establecidas.
Aquí va uno de los muchos ejemplos: las leyes de movimiento y la ley de cuadrado inverso de gravitación asociadas con el nombre de Isaac Newton están consideradas con razón entre los máximos logros de la especie humana. Trescientos años después, utilizamos la dinámica de Newton para predecir los eclipses. Años después del lanzamiento, a miles de millones de kilómetros de la Tierra (con sólo pequeñas correcciones de Einstein), la nave espacial llega de manera magnífica a un punto predeterminado en la órbita del objetivo mientras el mundo va moviéndose lentamente. La precisión es asombrosa. Sencillamente, Newton sabía lo que hacía.
Nave espacial llegando a Marte, después de viajar unos 100 millones de kilómetros. |
Pero los científicos no se conformaron con dejarlo como estaba. Buscaron con persistencia grietas en la armadura newtoniana.
A grandes velocidades y fuertes gravedades, la física newtoniana se derrumba.
Este es uno de los grandes descubrimientos de la relatividad especial y general de Albert Einstein y una de las razones por las que se honra de tal modo su memoria. La física newtoniana es válida en un amplio espectro de condiciones, incluyendo las de la vida cotidiana. Pero, en ciertas circunstancias altamente inusuales para los seres humanos -al fin y al cabo, no tenemos el hábito de viajar a una velocidad cercana a la de la luz- simplemente no da la respuesta correcta; no está de acuerdo con las observaciones de la naturaleza.
La relatividad especial y general son indistinguibles de la física newtoniana en su campo de validez, pero hacen predicciones muy diferentes -predicciones en excelente acuerdo con la observación- en esos otros regímenes (alta velocidad; fuerte gravedad). La física newtoniana resulta ser una aproximación a la verdad, buena en circunstancias con las que tenemos una familiaridad rutinaria, mala en otras. Es un logro espléndido y justamente celebrado de la mente humana, pero tiene sus limitaciones.
Sin embargo, de acuerdo con nuestra comprensión de la falibilidad humana, teniendo en cuenta la advertencia de que podemos acercarnos asintóticamente a la verdad pero nunca alcanzarla del todo, los científicos están investigando hoy regímenes en los que pueda fallar la relatividad general. Por ejemplo, la relatividad general predice un fenómeno asombroso llamado ondas gravitacionales. Nunca se han detectado directamente. Pero, si no existen, hay algo fundamentalmente erróneo en la relatividad general.
Los pulsares son estrellas de neutrones que giran rápidamente, cuyos períodos de giro pueden medirse ahora con una precisión de hasta quince decimales. Se predice que dos pulsares muy densos en órbita uno alrededor del otro irradian cantidades copiosas de ondas gravitacionales, que con el tiempo alterarán ligeramente las órbitas y los períodos de rotación de las dos estrellas. Joseph Taylor y Russell Hulse, de la Universidad de Princeton, usaron este método para comprobar las predicciones de la relatividad general de un modo totalmente nuevo.
Representación artística de ondas gravitacionales, generadas por 2 pulsares en órbita. |
Según sus hipótesis, los resultados eran inconsistentes con la relatividad general y habrían derribado uno de los pilares principales de la física moderna.
No sólo estaban dispuestos a desafiar la relatividad general, sino que se los animó a hacerlo con entusiasmo.
Al final, la observación de los pulsares binarios dio una verificación precisa de las predicciones de la relatividad general y, por ello, Taylor y Hulse recibieron conjuntamente el Premio Nobel de Física en 1993.
De modos diversos, otros muchos físicos ponen a prueba la relatividad general: por ejemplo intentando detectar directamente las esquivas ondas gravitacionales. Confían en forzar la teoría hasta el punto de ruptura y descubrir si existe un régimen de la naturaleza en el que deje de ser sólido el gran avance de comprensión de Einstein. Esos esfuerzos continuarán siempre que haya científicos.
La relatividad general es ciertamente una descripción inadecuada de la naturaleza a nivel cuántico, pero, aunque no fuera así, aunque la relatividad general fuera válida en todas partes y para siempre, ¿qué mejor manera de convencernos de su validez que con un esfuerzo concertado para descubrir sus errores y limitaciones?
Esta es una de las razones por las que las religiones organizadas no me inspiran confianza.
¿Qué líderes de las religiones principales reconocen que sus creencias podrían ser incompletas o erróneas y establecen institutos para desvelar posibles deficiencias doctrinales?
Más allá de la prueba de la vida cotidiana, ¿quién comprueba sistemáticamente las circunstancias en que las enseñanzas religiosas tradicionales pueden no ser ya aplicables? (Sin duda es concebible que doctrinas y éticas que funcionaron bastante bien en tiempos patriarcales, patrísticos o medievales puedan carecer absolutamente de valor en el mundo tan diferente que habitamos.)
¿En qué sermón se examina imparcialmente la hipótesis de Dios?
¿Qué recompensas conceden a los escépticos religiosos las religiones establecidas... o a los escépticos sociales y económicos la sociedad en la que se desenvuelven?
La ciencia, apunta Ann Druyan, siempre nos está susurrando al oído: "Recuerda que eres nuevo en esto. Podrías estar equivocado. Te has equivocado antes."
A pesar de toda la prédica sobre la humildad, me gustaría que me enseñasen algo comparable en la religión. Se dice que las Escrituras son de inspiración divina, una frase con muchos significados. Pero ¿y si han sido inventadas simplemente por humanos falibles? Se da testimonio de milagros, pero ¿y si en lugar de eso son una mezcla de charlatanería, estados de conciencia poco familiares, malas interpretaciones de fenómenos naturales y enfermedades mentales?
No me parece que ninguna religión contemporánea y ninguna creencia de la "Nueva Era" tenga suficientemente en cuenta la grandeza, magnificencia, sutileza y complejidad del universo revelado por la ciencia.
El hecho de que en las Escrituras se anticipen tan pocos descubrimientos de la ciencia moderna aporta mayores dudas a mi mente sobre la inspiración divina.
Pero, sin duda, podría estar equivocado.
oooooo
Nota 1: el texto anterior fue publicado en 1995. Actualmente están en operación detectores extraordinariamente sensibles, tales como LIGO, tratando de captar directamente las ondas gravitacionales.
Nota 2: las ondas gravitacionales han sido detectadas por primera vez (Febrero de 2016).
No me parece que ninguna religión contemporánea y ninguna creencia de la "Nueva Era" tenga suficientemente en cuenta la grandeza, magnificencia, sutileza y complejidad del universo revelado por la ciencia. El hecho de que en las Escrituras se anticipen tan pocos descubrimientos de la ciencia moderna aporta mayores dudas a mi mente sobre la inspiración divina.
ResponderBorrarTotalmente de acuerdo.
Tus explicaciones son muy lucrativas y dignas de tener en cuenta, realmente aportan luz a las tinieblas,inteligencia y sabiduria.
No estoy en contra de ningun dios, solo dudo de su existencia.
Un fuerte abrazo y feliz año.
Gracias genetticca, y te deseo lo mismo.
ResponderBorrarFeliz 2010, Jack.
ResponderBorrarNo puedo comentar nada, hoy no me sale absolutamente nada. Estoy K.O
Saludos (ya no sé en que creer, Jack)
NO SOMOS NINGUN MILAGRO ,,NI NADA DE ESO ..SOLO UN FENOMENO ASI PIENSO DE LA HUMANIDAD,,,ANTE EL UNIVERSO NO SE SI DECIR Q TENEMOS SUERTE POR Q SE ACABA EN LA MUERTE,,PERO EN FIN,,YA Q TIENE UNO LA VIDA POR TODA LA EVOLUCION PUES VIVIRLA Y YA,,,POR Q SOLO LAS RELIGIONES SIRVEN PARA CONTROLAR AL SER HUMANO,,,PARA MI ES SOLO ESO,,Y UNA ESTUPIDEZ CUANDO VAN MAS ALLA,,NADA MEJOR Q LA CIANCIA PARA SABER LA VERDAD,,,LO MALO ES Q A LA GENTE COMUN NO LE GUSTA LA CIENCIA POR Q SE DESENGAÑA SOLA Y SE SIENTE ,,SOLA,,,ABURRIDA Y DESAMPARADA,,,,EN VEZ DE SENTIR LO CONTRARIO POR SABER LA VERDAD,,,ES EL EGOISMO HUMANO Q ESTAR SOLO,,,Y CREE Q CUANDO UNO MUERA IRA A OTRO MEJOR LUGAR,,,,Q ESTUPIDEZ PERO BUENO,,,,,,Q TENGAN UN BUEN DIA
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