Tema sugerido por Bernat.
Según la Wikipedia, la Paradoja de Epicuro dice:
¿Es que Dios quiere prevenir el mal, pero no es capaz? Entonces no es omnipotente.
¿Es capaz, pero no desea hacerlo? Entonces es malévolo.
¿Es capaz y desea hacerlo? ¿De dónde surge entonces el mal?
¿Es que no es capaz ni desea hacerlo? Entonces, ¿por qué llamarlo Dios?
En un artículo denominado "La paradoja de Epicuro", el autor intenta refutarla.¿Es capaz, pero no desea hacerlo? Entonces es malévolo.
¿Es capaz y desea hacerlo? ¿De dónde surge entonces el mal?
¿Es que no es capaz ni desea hacerlo? Entonces, ¿por qué llamarlo Dios?
El subtítulo del artículo es: El mal es responsabilidad de la humanidad, no de Dios.
Se plantea el tema para discusión.
Ese pensamiento es tan medieval... en el medievo lo resolvieron imaginando que fue una entidad divina, pero menor, de menor categoría que Dios, la que creó nuestro mundo, el bien y el mal, todo...no había otra opción.
ResponderBorrarNo encontré forma de discutirlo en el artículo que enlazas. Sin embargo, el argumento del autor es pésimo. Pregunta es dios el que hace el mal o es la humanidad, pero eso no es lo que se discute: no se discute si hace el mal sino por qué lo permite. Eso no está contestado, más que escapando por la tangente de definiciones que inventa ad hoc. O leí mal o no me convence.
ResponderBorrarHola Diego
Borrar"No encontré forma de discutirlo en el artículo que enlazas."
Sí, la idea de Bernat era analizarlo acá.
Ah, bien. Saludos a la peña.
BorrarPero entonces, se presenta el problema lógico de cómo comprobar, es decir, cómo darle validez lógica a la afirmación de que «una deidad omnipotente, omnisciente y omnibenevolente» implica necesariamente la inexistencia del mal.
ResponderBorrarSimple y sencillamente no se puede. ¿Por qué?
Porque ni siquiera desde el punto de vista humano, potencia (potente) significa oposición (al mal, en este caso). Significa que se tiene la expedita facultad o potencia de hacer algo. Y ese algo, no necesariamente significa, oponerse al mal. De nuevo ¿Por qué?
He aquí una versión del “hombre de paja”. Se dice que “potencia” no es lo mismo que “oposición” cuando, lo cierto, es que ese punto no se discute sino que lo que se discute es que la capacidad de poder eliminar el mal, por parte de un ser benevolente, debería dar por resultado, y de forma necesaria, dicha eliminación.
Porque benevolencia literalmente significa que ‘se tiene buena voluntad o simpatía hacia las personas o sus obras’. En otras palabras, hacia la humanidad.
Otra desviación “ad hoc” de tema, puesto que benevolencia, además de lo que se dice ahí, es deseo de lo mejor para el ser humano. En otras palabras, empatía.
Y ¿quiénes tienen la expedita facultad o potencia de hacer «el mal»? ¿La humanidad? ¿O Dios? Ciertamente, la humanidad. Entonces, ¿De dónde surge entonces el mal? ¡De la humanidad!
Aquí se da un salto mortal. Se pasa de la definición de benevolencia, a la capacidad, por parte del ser humano, de hacer el mal, con lo cual se interrumpe el hilo del tema para culpar al hombre del mal. En realidad, si juntamos esas dos últimas contestaciones, el resultado es un “non sequitur” de libro.
Ergo, el mal existe y es producto de la humanidad, No de Dios.
¿Y quién ha creado al hombre, sino Dios? Si Dios crea a un ser con capacidad de hacer el mal, por muchas piruetas que se hagan, Dios es el responsable directo de haber creado a un ser malévolo.
Comento tu última oración para modificarla un poco: aún suponiendo que el hombre tenga capacidad para hacer el mal, hay muchos males que no se pueden atribuir al hombre y que sí son males objetivos, salvo que también se cambie la definición para decir que en realidad no es mal sino una prueba de dios para lograr un bien mayor (ej. que te mueras fulminado por un rayo pero vayas al cielo). Hay que agregar, además, que puedo imaginar situaciones malas que le pasan a gente que uno ni siquiera conoce y que causan aflicción. ¿Cómo dios puede ser indiferente al mal sufrido por un hijo?
BorrarCierto, Diego. Me olvidé de los males no causados por el hombre, como las catástrofes naturales o enfermedades. Me centré, simplemente, en el mal producido por el hombre, el cual, no puede desprenderse de la responsabilidad de su creador por lo que he dicho. El mal producido por la naturaleza, es un "además de..."
BorrarLo que nos lleva al segundo punto lógico cognitivo. ¿Querría Dios prevenir el mal ocasionado por el hombre?
ResponderBorrarPodría, pero no es su función, ni su responsabilidad, sino la nuestra
Vergonzosa contestación. Ya no puede ser más cínica. Decir que Dios no tiene la función de prevenir el mal ocasionado por el hombre, es quitarle su responsabilidad de haber creado al hombre que, a su vez, tiene la posibilidad de hacer el mal. Repito: si Dios crea a un ser con capacidad de hacer el mal, es directamente responsable de los males que ocasione lo que él ha creado.
. Para eso nos dio el libre albedrío y junto con él, la capacidad para razonar y distinguir entre el bien y el mal.
Aquí, una vez más, se aferran al inexistente libre albedrío pero, aún existiendo, el libre albedrío es lo que ocasiona el mal, por lo que si Dios dota al hombre de libre albedrío, la culpa es de Dios.
Aunque el antropocentrismo humano así lo considere, Dios no existe para estar al pendiente de nosotros, una más de sus creaciones. La humanidad no es el centro de su creación sino tan sólo una más.
Aquí se inventa ciertos propósitos divinos, descartando, curiosamente, el que debería ser el principal, que es poner en el centro de la creación al hombre, pero no, ahora resulta que Dios tiene otros puntos en los que centrarse dejando de lado la creación del ser humano. He aquí una manipulación más de la teología a conveniencia de los intereses de los pastores.
Así las cosas, nos toca a nosotros mismos, no a Dios, el gobernarnos y prevenir el mal que nosotros mismos nos causamos.
Ergo, Dios es capaz de prevenir el mal que la humanidad se causa sí misma, pero no le corresponde hacerlo, sino a nosotros. Entonces no es malévolo.
Eso es lo mismo que decir que la policía podría prevenir la delincuencia, pero no es su función, sino que corresponde al ciudadano de a pie erradicar la delincuencia.
Conclusión lógica: Dios es capaz de prevenir el mal, pero no es su función hacerlo, sino la nuestra. Entonces no debemos culpar a Dios, sino a nosotros mismos.
Definitivamente, al aceptar que Dios podría prevenir el mal, se está incurriendo en un cinismo abominable al decir que no es su función. De esa manera, se está haciendo inútil todas las plegarias, oraciones, y rezos encaminados a solicitar la ayuda de Dios para paliar las desgracias humanas.
¿Puede haber mayor desfachatez?
¡La verdad no peca pero incomoda!
Lo que es pecado es la burda manipulación para exculpar a Dios de los males de la humanidad. A todo ello, falta la objeción principal: ¿Qué justificación tiene Dios a la hora de crear, ya no solo al ser humano, sino la materia teniendo en cuenta que lo que no existe no tiene ninguna necesidad de existir?
Lo que me parece más extraordinario de todo este tema es que hay "muy buenas" respuestas a la paradoja de Epicuro, pero este en vez de basarse en las más sólidas inventa una que jamás había visto pero que hace agua por todos los costados. Eso sí que es tener fe: con todo lo que se ha escrito a través de los siglos sobre este problema, creer que se encontró una respuesta mejor que las existentes. Dunning Kruger, ¿estás ahí?
ResponderBorrarEl artículo del tal Reinhardt Acuña es un ejemplo más (y van...) de "juanpalomismo" del "porque lo digo yo". Un "argumento" intelectualoide con relleno de metafísica y rebozado en filosofía.
ResponderBorrarComo apuntan Diego y Bernat, deja fuera las enfermedades, accidentes, cataclismos...el mal natural, aunque mucho me temo que lo despacharía con una referencia al "pecado original" y a otra cosa mariposa.
Ignora, además, que a Dios no se le supone benevolencia y potencia, se le supone omnibenevolencia y omnipotencia, lo que va mucho más allá de lo que el Sr. Acuña plantea como razones lógicas y semánticas.
Pero, si seguimos su línea argumental, nos encontramos con que Dios es como el que va paseando por la orilla de un rio y ve a alguien que se está ahogando y, teniendo a mano un salvavidas y una cuerda, no hace nada por ayudarle porque no es su función, no es su responsabilidad, que para eso están los bomberos...vaya mie..a de ética.
El Dios que nos plantea seria una especie de demiurgo que nada tiene que ver con el cristiano, pero, en todo caso, para nosotros los humanos, resulta, como diría el Comandante Lara (cómico español), más inútil que la P de MAPFRE.
Como siempre digo, la teología, o "tontología", es el arte de esquivar la razón en temas de religión a través de las típicas manipulaciones, falacias o sofismas. Normalmente, esos escritos apologéticos, van destinados a las ovejas para su regodeo, no para los ateos. Esos pastores y apologetas no se atreven, en el fondo, a presentar esos pseudoargumentos a ateos preparados.
Borrar"nos plantea sería"
ResponderBorrarPerdón :-(
Renzo
Los rasgos que los defensores de Dios le atribuyen a su amigo imaginario se vuelven contra ellos en la Paradoja de Epicuro.
ResponderBorrarLos creyentes necesitan que su padre celestial sea omnipotente, porque de otra forma no podría salvarlos de la muerte del cuerpo, que es lo que -en el fondo- les aterra.
También necesitan que sea omnibenevolente. De otra forma podría castigarlos por los abusos que cometieron durante su vida terrenal.
Así que se inventan un dios con esos atributos y después intentan vanamente escapar de la trampa que ellos mismos se fabricaron.
Eso es lo que ocurre cuando, en el afán de adornar a su dios, sus inventores se pasaron de la raya atribuyéndole todas esas características. Ahora, una vez asimiladas y creídas durante tantos siglos, no pueden volver atrás y caen continuamente en el ridículo a la hora de intentar defenderlas.
ResponderBorrarA mayor abundamiento, un nuevo punto de vista.
ResponderBorrarEl cristianismo predica que el mal comenzó con el pecado original de Adán y Eva, los primeros humanos. Esto explica el origen del mal en un mundo perfecto creado por un ser perfecto. Es, pues, culpa del hombre.
Sin embargo, el mal en el mundo preexistía al ser humano; la ley de vida y los sucesos naturales (enfermedades y accidentes). Los primeros humanos (Austrolopitecus o, después, Homo habilis u Homo erectus) se desarrollaron en un ambiente hostil. Tuvieron que enfrentarse a muchos desafíos para sobrevivir. Su vida fue mucho más dura que la actual aunque no tan dura como la mía…
¿Cómo se puede explicar el origen del mal y a quien responsabilizamos en estas condiciones? El apologeta dice que es culpa del hombre. ¿Pero de qué hombre, del Austrolopitecus, del Homo erectus (lujurioso él)? ¿Aquellos que veían morir a la mitad de sus hijos?
El conocimiento de la evolución humana invalida el mito religioso.
Es algo parecido a cuándo surge el alma, en qué momento de la evolución el hombre empezaría a tener alma. Son paradojas, inconsistencias y contradicciones que no tienen solución, ni la tendrán nunca.
BorrarEn FB hay dos defensores de la teología que han sido invitados por Jack a participar en este blog pero no se animan. Me gustaría comentar brevemente sus argumentos.
ResponderBorrarUno dice que Dios no puede crear un Universo perfecto porque, de lo contrario, ese Universo sería igual a Dios. De ahí se justifica el mal en el Universo.
Este argumento considera que lo perfecto solo pudiera ser una cosa. La paradoja es que la creación por parte del ser perfecto solo pueden ser cosas imperfectas.
Otra paradoja es que el cristianismo predica un paraíso perfecto.
El otro defensor apunta a que Dios tuvo que elegir entre otorgar libertad al ser humano o ausencia de mal. Este argumento ya lo habéis tratado convenientemente. Falla por todas partes:
1) ¿El ser humano tiene libre albedrío?
2) El mal preexiste al hombre y lo tuvieron que soportar nuestros antepasados semihumanos.
3) Y la contradicción: ellos mismos dicen que en el paraíso habrá libertad y ausencia de mal.
Y, a ello, hay que añadir el hecho de que un ser perfecto que tiene necesidades de crear, ya no es perfecto. Aunque también tienen respuesta a eso: dicen que la creación del universo es un "acto de amor" de Dios. Más cinismo no puede haber.
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