2023-02-13
347.- Los Secretos de Fátima (y III)
Autor: Riskov
Los tres niños pastores que nos acompañan en estas tres entregas profetizaron que cinco meses después la Virgen aparecería y realizaría milagros. Muchos fueron a presenciar el evento, en octubre de 1917. Algunos asistentes dijeron haber visto a la Virgen, muchos otros «vieron» al sol danzar y emitir luz multicolor, mientras otros presentes dijeron no haber visto nada. La única fotografía del sol realizada ese día tampoco muestra nada inusual.
La elevada afluencia se vio favorecida por una situación política crispada dentro de Portugal, en un contexto internacional de guerra mundial.
Los sucesos fueron aceptados oficialmente como un milagro por la Iglesia católica en 1930. El Vaticano, incluso, llegó a decir años después que el papa había sido testigo del milagro del sol desde los jardines vaticanos.
Con tantos y tan importantes testigos queda claro que el sol bailó y emitió luces de colores. Lo malo es que, excepto el papa, nadie de fuera de aquella localidad vio nada. ¿Un sol local, quizá? ¿Y aquellos que dijeron no haber visto nada anormal eran ateos negacionistas?
Los relatos del milagro son, por una parte, los que habían visto el movimiento o la danza del sol; otros afirmaban haber visto el rostro sonriente de la Virgen, mientras otros decían que el sol había dado una vuelta sobre sí mismo, como si fuese una rueda de fuegos artificiales que desciende hasta quemar la tierra con sus rayos. Por último, había quienes vieron cómo cambiaba sucesivamente de color.
O bien podemos ofrecer una respuesta más lógica dentro de la razón, desilusionando a los que necesitan creer en algo. Pudiera deberse a efectos ópticos resultantes de la distorsión temporal de la retina causada por mirar fijamente una luz tan intensa. Los cambios de color reportados por los testigos fueron causados, muy probablemente, por la saturación de las células fotosensibles de la retina.
Los "milagros del sol" han sido descritos en muchos lugares donde peregrinos religiosos habían sido alentados a mirar fijamente al sol. Por ejemplo, en Heroldsbach, Alemania (1949), donde observaciones similares a las de Fátima fueron presenciadas por más de 10.000 personas.
También se ha dicho (Steuart Campbell) que las nubes de polvo estratosférico cambiaron la apariencia solar el 13 de octubre, haciendo que fuera fácil de mirar y causando que pareciera de color amarillo, azul y violeta e, incluso, que pareciera que giraba. De acuerdo con esta hipótesis se han descrito efectos similares en China en 1983.
Las consecuencias de mirar directamente al sol sin protección son graves: cataratas, fotoqueratitis, degeneración macular asociada a la edad, visión borrosa e incluso ceguera. En una época donde nadie llevaba protección ocular (además de que la profecía indicaba que la virgen se aparecería en una encina y no se decía nada sobre el sol) no parece que fuese muy sano ese evento, a no ser que el milagro conllevase también la no afectación de los ojos de los que creyeran.
Además del «Milagro del Sol», los videntes de Fátima indicaron que la aparición profetizó una gran señal en el cielo nocturno, que precedería a una segunda gran guerra. El 25 de enero de 1938 las luces brillantes de una aurora boreal aparecieron en todo el hemisferio norte. Fue el suceso más sorprendente de auroras boreales desde 1709. Lucía, la única vidente con vida para entonces, indicó que este era el signo predicho y así lo informó a su superiora y al obispo por carta al día siguiente. Se le ha intentado vincular con el inicio de la Segunda Guerra Mundial pero esta no comenzaría hasta casi dos años después.
¡Qué ilusión (en todos los sentidos de la palabra) tuvieron los testigos creyentes! Hay que imaginar la alegría entre ellos al contar "el milagro" que habían presenciado y la decepción con aquellos que reconocieran que no vieron nada especial. El escepticismo y la duda no eran bienvenidas en ese día de fiesta religiosa.
Referencias
Milagro del sol (Wikipedia)
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213.- Estudio Bíblico (IV): ¿Ocurrió eso en realidad?
72.- Las 11 Plagas de Egipto
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Comentarios de la entrada
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El 25 de enero de 1938 las luces brillantes de una aurora boreal aparecieron en todo el hemisferio norte... Lucía, la única vidente con vida para entonces, indicó que este era el signo predicho... Se le ha intentado vincular con el inicio de la Segunda Guerra Mundial pero esta no comenzaría hasta casi dos años después.
ResponderBorrarLa vaguedad es característica de las "profecías". Por ejemplo, se anuncia que "pronto" se producirá "un terremoto" en cierto país con alta actividad sísmica.
¿Cual es la novedad de un anuncio como ese? Tarde o temprano se cumplirá en alguna región del país, porque las placas tectónicas se han estado desplazando durante millones de años y no se van a detener en la escala de tiempo de la vida humana.
Una verdadera profecía sísmica debería incluir las coordenadas X Y Z del hipocentro, el día, la hora y el minuto de inicio, y la magnitud del sismo. Naturalmente algo así nunca ocurre.
Los astrónomos predicen sistemáticamente eclipses con gran exactitud. Los creyentes en dioses nunca han logrado algo parecido a partir de alguna "revelación".
Está claro, Jack. Es como las supuestas curaciones de personas que tenían un cáncer y de repente se han curado. Sin embargo, como ya hemos comentado tantas veces, nunca le ha crecido un brazo o una pierna amputada a nadie. Pero más allá de esos pequeños detalles, lo que es realmente absurdo es que Dios quiera el bien de la humanidad y no cesen las catástrofes como el actual terremoto de Turquía y Siria. En fin, ver para creer.
ResponderBorrarEn el terremoto han muerto miles de personas pero tenemos que dar gracias a Dios por salvar a un niño de la zona afectada.
BorrarSí. Esas son las paradojas absurdas de los creyentes.
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