Autor: Riskov
La política identitaria, tratada en la anterior entrada, se está dejando notar incluso en nuestra legislación. Las leyes de raíz ilustrada, que trata a todos por igual, están siendo cambiadas por otras específicas de acuerdo a la identidad colectiva. En el mismo título de la ley se indica a favor de qué colectivo se aplica y en contra de qué otro. Por ejemplo: Ley 17/2020, de 22 de diciembre, del derecho de las mujeres a erradicar la violencia machista.
Irene Montero |
Llegamos al extremo de considerar víctima objeto de especial protección del Estado a los huérfanos de madre por homicidio machista (aquello de la violencia vicaria) y, sin embargo, no están contemplados los huérfanos de padre por homicidio ¿feminista?... No, no tiene nombre. Aquellos tienen contempladas ayudas hasta los 18 años y becas de estudio reservadas a víctimas de violencia vicaria, mientras los últimos no las tienen. Es la ley española: huérfanos de primera y de segunda. Uno de los postulados del posmodernismo es que lo que no tiene nombre no existe. Los huérfanos de segunda (de padre) no tienen nombre; la ley no los conoce.
La ley “ilustrada” delimita delitos y penas para todos igual, y desglosa juzgados de acuerdo a diferentes temas, como puede ser civil, penal, social, administrativo o militar. Por el contrario, la ley posmoderna delimita delitos y penas según identidad e, incluso, desglosa juzgados para un colectivo. Veamos un ejemplo absurdo, ocurrido en nuestro sufrido país.
Una pareja se pelea en la calle y un viandante avisa a la policía; esta eleva el parte a la fiscalía con el único testimonio del ciudadano, porque de la pareja ninguno quiere denunciar. Los hechos denunciados son: ella le pega una bofetada, él la empuja y ella vuelve y lo pisa. No hay daños. Pues bien, solo con esto él es imputado ante el juzgado de violencia sobre la mujer y condenado a un año de prisión (al ser su primera condena no entra en la cárcel) por agredir a una mujer “por el mero hecho de serlo” (¿no es posmoderno?). La fiscalía eleva la denuncia contra la mujer ante otro juzgado, de primera instancia, por violencia familiar, que condena a la mujer a la mitad de pena, seis meses. La fiscalía no suele denunciar esto último ya que solamente tiene el mandato de hacerlo en violencia de género (que es un género determinado contra el otro género, y no al revés) pero, en este caso, el fiscal se decidió con el objetivo de que se juzgaran las dos conductas, necesariamente en dos juzgados diferentes.
En España hay anualmente una proporción de 3 a 1 en homicidios por parte de sus parejas o ex. Unas 50 mujeres asesinadas y unos 17 hombres. Respecto a las 50 se les pone el nombre de feminicidios y la explicación de “por el mero hecho de ser mujer”. Me pregunto si los 17 tienen nombre y si los hombres asesinados lo son por ser hombres o es por otra razón. El posmodernismo va más lejos: el concepto de hombre víctima no existe.
En referencia a un caso judicializado dijo la presidenta andaluza, Susana Diaz, que todas las mujeres deben creer y apoyar a Juana Rivas. Me pregunto si, en justa reciprocidad, yo debo apoyar a Francesco Arcuri ¿Y qué gano con eso? Según la Ilustración, se trata de un caso judicial entre dos personas que debe tratarse con un procedimiento justo establecido y con pruebas. Según el posmodernismo “todas somos Juana Rivas”, la Justicia es patriarcal (aunque las juezas de Italia y España consideran a Rivas una manipuladora patológica) y la mejor justicia es la sororidad en las calles.
La política identitaria no solo no ayuda a la convivencia social sino que, al contrario, es fuente de fricciones. La insistencia de que en la sociedad hay un colectivo “privilegiado” por razón de identidad y otros colectivos oprimidos impide la buena convivencia, más aún si diferenciamos a las personas legalmente.
En España tenemos a una ministra cuya retórica es el victimismo como suprema representante de las oprimidas. Con 34 años es ministra, tiene un chalé de lujo, ha puesto a su amiga de estudios como lideresa del partido y los indicios indican que elegía asesoras del ministerio, con buen sueldo público, para hacerle de niñeras, caso que está siendo investigado. ¿Están oprimidas ella y sus amigas? ¿Y lo están la presidenta del Banco de Santander, Ana Patricia Botín, y la Consejera Delegada de Bankinter, Dolores Dancausa? Por el contrario, del colectivo “privilegiado” salen más del 80 % de “sintecho”, el 75 % de suicidios o el 93 % de reclusos, además de una buena mayoría de adicciones a drogas o ludopatía. Pues aquellas tienen leyes que las defienden por su identidad mientras que estos aparecen en dichas leyes solo como potencialmente agresores.
¿Y a qué dedica su jornada la ministra de Igualdad, además de proponer leyes como las que hemos visto? Pues a proponer indultos a mujeres (exclusivamente) condenadas por secuestro parental y otros delitos donde haya un hombre víctima (que ella no reconoce). Son los conceptos posmodernos de “justicia” e “igualdad”, tan alejados de los conceptos de justicia e igualdad ilustrados.
Esta cultura identitaria está aumentando su intensidad al mismo tiempo que el nacionalismo. ¿Casualidad? Aquella plantea disensos equivalentes a este. Ambos generan problemas “vecinales”: los nacionalismos ensalzan la identidad de la propia nación, en contraposición a las vecinas. Por toda divergencia se responsabiliza al vecino, con un discurso de ellos contra nosotros. Pero la política identitaria es sospechosamente similar, tanto que podría aplicársele estas dos últimas frases. La paradoja es que el nacionalismo es propio del polo derecho de la política.
Es muy habitual encontrarnos con la falacia de falsa dualidad: si la extrema derecha es mala, su opuesta, la extrema izquierda, es buena. Sin embargo, comprobamos aquí que ambos polos políticos siguen un camino similar y llegan a resultados, cómo no, parecidos.
Los polos se retroalimentan como dos caras de la misma moneda que son. Con detalles pretendidamente diferentes comparten fines: lucha de colectivos enfrentados por tradicionales injusticias. Algún lector defensor de uno de los polos supongo que estará pensando: “este autor no entiende nada, mi posición no tiene el mismo fin que el del adversario pero con otros valores, sino que es la verdad histórica”. Sí, claro, tu posición es la verdad y la del adversario es el error; ahora sería conveniente que reflexionaras sobre “tu verdad” y qué consecuencias sociales tendría de implantarse en su totalidad.
El liberalismo ilustrado supera esta tesitura: todos somos personas individuales iguales que no se separan en colectivos (salvo los que quieran “colectivizarse”, pero que no cuenten conmigo).
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...la ley posmoderna delimita delitos y penas según identidad e, incluso, desglosa juzgados para un colectivo...
ResponderBorrarA propósito de lo anterior, alguien acuñó el término "victipunto" (puntos de víctima).
Se ganan victipuntos por ser una persona de sexo femenino, de piel oscura, inmigrante, descendiente de indígenas, pobre, homosexual, transexual, lisiada, etc. Los jueces deberían tomar en cuenta los victipuntos de cada parte antes de emitir un fallo.
Por ejemplo, ¿qué pasa si el jefe blanco transexual de una mujer negra lesbiana la despide y ella lo demanda? ¿Cuántos victipuntos le corresponden a cada uno y de qué forma afectan a su decisión?
Qué suerte no ser juez en estos tiempos posmodernos :-)
No había escuchado el término "victipunto" pero sí que es evidente que la política se ha adentrado en el victimismo por su lado izquierdo.
ResponderBorrarEsta es la última entrada, de momento, sobre temas sociales ajenos a la religión. Estoy preparando tres entradas que supondrán "una vuelta a la normalidad".
"Por ejemplo, ¿qué pasa si el jefe blanco transexual de una mujer negra lesbiana la despide y ella lo demanda? ¿Cuántos victipuntos le corresponden a cada uno y de qué forma afectan a su decisión?"
ResponderBorrar¡Je, je! Buen ejemplo.
Pues sí, el juez a quien le toque, lo tiene crudo.
Hay unos PDF's de un ateo mexicano sobre este tema. No se si los hayan leido.
ResponderBorrarPD. Pregunta: ¿Hasta cuando predicen dure esta locura postmoderna en la politica y leyes occidentales?
Tarde o temprano tienen que desaparecer. Es una locura que la ciudadanía no puede soportar por más tiempo, por lo que algo se hará.
ResponderBorrarMe decidí a escribir sobre estos temas posmodernos tan de moda, pensando que se trataba de una corriente mayoritaria, con un consenso social, y yo era una excepción crítica. Esa es la imagen que tenía proveniente de los grandes medios de comunicación. Y he escrito con temor a respuestas airadas.
ResponderBorrarSin embargo, mi sorpresa ha sido que en esta comunidad ha habido un consenso en contra de la corriente hegemónica y una buena comprensión hacia estos artículos críticos.
Buena ha sido la experiencia. Ha valido la pena adentrarse en estos temas.
Sin duda, formamos una comunidad bastante ilustrada y poco posmoderna.
Estamos en la etapa final del Sistema
ResponderBorrarLos Testigos de Jehová, como secta apocalíptica, predijeron el final en siete ocasiones ya pasadas, siendo la de 1914, 1925 y 1975 las más sonadas. Ahora, para no quedarse tan fácilmente en evidencia, dicen que se producirá en algún momento de este milenio.
Paciencia, CB, y no te dejes convencer por estos impíos que no te acompañarán en el paraíso terrenal.
El asunto, ahora Riskov, es saber por qué, siendo una corriente que no ha calado en la masa social, tiene tanto éxito. En España, al menos, podría haber una justificación al ser los Podemistas socios del gobierno, pero en otros países, donde no hay gobiernos posmodernos, no se entiende.
ResponderBorrarPues no lo entiendo. Los medios se suelen expresar de una manera muy comprensiva con estas modas y no sé si es por llevar la corriente o porque lo han naturalizado. Sea como sea, no es sano para la sociedad.
ResponderBorrarMe alegra comprobar que en pequeños foros no hay gritos por la sensibilidad posmo. Si abriésemos esta conversación pronto se enteraría algún posmo que llamaría a la cancelación.
Off Topic:
ResponderBorrarParticipantes, ¿qué opinan de que civiles estén en posesión de armas para defenderse de los delincuentes?.
Se entiende de que hayan cumplido satisfactoriamente con los requisitos pertinentes al caso.
De antemano, gracias.
Pues que los delincuentes atacarían con más armas.
ResponderBorrarLa fuerza de un delincuente se adaptará al nivel defensivo medio de la sociedad. En un país con más armas los asaltos se hacen también con más armas. No es una opinión, es un resultado visible. En España la mayoría de asaltos se hacen a punta de navaja, mientras en EEUU se hacen con pistola.
Más armas incrementa el número de homicidios.
Por cierto, Riskov: ¿Cual seria tu definicion en tu propio vocabulario o diccionario sobre la definicion del feminismo moderno hegemonico?
ResponderBorrarHay tres tipos de feminismo aunque mucha gente piense que solo existe el suyo.-
ResponderBorrar- Feminismo liberal: propone libertad e igualdad entre todas las personas. También se denomina “de segunda ola”. Fue el feminismo protagonista de la revolución de los 60. En España el icono político podría ser Inés Arrimadas (centro).
- Feminismo radical: su dialéctica es la lucha de mujeres, que recuerda la lucha de clases marxista. Se diferencia del anterior en que considera a las mujeres como víctimas del sistema, como los pobres en la lucha de clases, y que la victoria depende exclusivamente de ellas. En España el icono político podría ser Carmen Calvo (izquierda democrática, aunque también está la extrema izquierda tradicional).
- Feminismo posmoderno: es al que hemos dedicado más entradas en este blog. Sus características las puedes ver en escritos recientes aquí. También se denomina “de tercera ola”. Tiene discusiones con el anterior en temas como los trans o la prostitución. En España el icono político podría ser Irene Montero (extrema izquierda posmoderna).
El “feminismo moderno hegemónico” que preguntas sería este último, hegemónico en la actualidad (está de moda por ser el último en llegar y haber introducido con éxito su retórica). Asimismo, está consiguiendo influir en las leyes.
No sé si he respondido tu pregunta, Keywer, y si estáis de acuerdo en esta clasificación de feminismo, que no pretende ser la única ni perfecta.
"No sé si he respondido tu pregunta, Keywer, y si estáis de acuerdo en esta clasificación de feminismo, que no pretende ser la única ni perfecta."
ResponderBorrarRiskov, No a lo que me referia era que: ¿Cual era, o seria tu propia definicion personal en tu diccionario ateo ilustrado sobre el feminismo postmoderno?
Pues no tengo definición personal de feminismo posmoderno. Podría explicarlo brevemente así: feminismo identitario que lucha contra el patriarcado siguiendo los planteamientos del posmodernismo.
ResponderBorrarCB:
ResponderBorrarPasado mañana tenemos previsto publicar una entrada sobre el cristianismo. Nos metemos en tu tema y te aviso por si quieres participar más. Y, a mayor abundancia, la entrada de la siguiente semana la dedicaremos a los Testigos de Jehová, concretamente al versículo 23:43 de Lucas. ¿Te parece bien?
Keywer:
ResponderBorrarTras observar reacciones varias de las feministas posmodernas se me ocurre otra definición. Sería aquel feminismo que defiende que la mujer siempre tiene razón, sean cuales sean las pruebas, que el hombre es culpable y que el resultado de un juicio solo puede ser la condena de él; si no, hay que indultar a ella para compensar la justicia patriarcal.
Riskov, Buena difinicion, muy acertada. Me sorprende como las leyes se pueden desvirtuar del individuo a un colectivo.
ResponderBorrarAunque es notoria cierta misandria en ese feminismo.
ResponderBorrarLas diferencias entre el feminismo posmoderno y el ilustrado es tanta como que, en el primero, considerando que el hombre siempre es culpable y hay que creer a las mujeres, entonces no es necesario un juicio garantista como los que conocemos; solo habrá que esperar a la condena.
ResponderBorrarEvidentemente, el concepto de igualdad de todas las personas también se interpreta muy diferente.
Eso sí, si contra-argumentamos a un "posmito" es frecuente que responda que él solo defiende la igualdad... Por tanto, nosotros "no queremos la igualdad". Falacia del castillo creo que se llama.