2021-04-27

290.- El origen del castigo


Autor: Bernat

Directa o indirectamente, las interminables discusiones sobre la existencia del libre albedrío afectan al derecho penal y a la filosofía del derecho como bases de todos lo sistemas jurídicos actuales al menos en los estados democráticos.

Aquí mismo, en ese foro, hay detractores del libre albedrío y, por tanto, defensores de los sistemas judiciales como único mecanismo de defensa de la sociedad ante los actos antijurídicos. No obstante, siempre he defendido la idea de que del libre albedrío no surge ni la responsabilidad ni la culpabilidad, sino que tanto una como otra son constructos culturales heredados por vía consuetudinaria y no como una inferencia lógica de la existencia del libre albedrío. Y, por esa misma razón, he dejado de indagar sobre si el determinismo es cierto o no.

Ser libre o no, no tiene importancia para la acusación de "culpable" de un delincuente ni de ninguna persona. Es más, ni siquiera hay diferencia entre la libertad de quien considera que existe el libre albedrío y de quien lo niega, esto es, que aún no existiendo el libre albedrío somos libres de hacer lo que nos plazca, otra cosa es que dichas acciones que llevamos a cabo estén determinadas de antemano, lo que no impide el poder satisfacer nuestros deseos. Dicho de otra manera: hacer lo que nos place, aunque dichos deseos estén determinados, es, al fin y al cabo, la finalidad del hombre. La felicidad es posible aún siendo un robot orgánico.

Pero no voy a tratar una vez más el tema de la libertad humana, sino lo que se desprende de ella, como es la culpabilidad.

2021-04-12

289.- La vida no puede tener sentido aunque Dios exista


Autor: Bernat

Defino "tener sentido" como el fin con que ha sido creado, fabricado o hecha una cosa o acción; el por qué se ha hecho tal cosa. A partir de dicha definición, nada puede tener sentido por sí mismo, sino que el sentido lo da siempre el creador, el fabricante o el hacedor.

Quiero dejar bien claro que cuando se habla de si la vida tiene sentido, excluyo el significado vulgar que mucha gente le da al interpretarlo como que cada uno "puede dar sentido a su vida". El verdadero sentido de la vida es el teleológico, esto es, el para qué hemos sido creados o para qué hemos venido al mundo. La respuesta no puede ser "para aprender", "para evolucionar" o "para ser felices" puesto que el hombre no tenía necesidades antes de existir. Crear a un ser con necesidades para, luego, satisfacerlas, es un sinsentido.

Se deduce, entonces, que lo creado, lo fabricado o construido sólo y exclusivamente puede ser un medio para un fin, y no un fin en sí mismo.

Con ese razonamiento pretendo matar dos pájaros de un tiro. Por un lado, ridiculizar todas aquellas aseveraciones procedentes de orientalismos, maguferías y esoterismos en general, cuando se habla de que "estamos aquí para aprender, para evolucionar, o con una meta determinada".

2021-04-04

288.- Magisterios No Superpuestos


Autor: Riskov

Los creyentes que no quieren adoptar una posición anticientífica tienen una disonancia cognitiva incómoda entre los postulados de su religión y el conocimiento científico adquirido hasta la fecha. Si desean mantener las creencias religiosas tradicionales al mismo tiempo que mantienen el progreso científico en temas como la evolución, la imperfecta biología de todos los seres vivos, el inmenso universo hostil y poco ordenado, con su cronología, etc, tendrán que justificarse a sí mismos cómo compatibilizar postulados contradictorios.

Para su auxilio llegó Stephen Jay Gould, científico agnóstico que, en su libro de 1999 "Ciencia versus religión, un falso conflicto", presentó una solución al conflicto entre ciencia y religión. ¿Y cómo lo hizo? Veamos.

Gould define el término «magisterio» como «un dominio en el que una forma de enseñanza mantiene las herramientas adecuadas para elaborar un discurso significativo y llegar a una solución». El principio de magisterios no superpuestos (Non overlapping magisteria en el original) establece, por lo tanto, que el magisterio de la ciencia cubre «la esfera de lo empírico: de qué está formado el Universo (hecho) y por qué funciona de determinada manera (teoría). El magisterio de la religión se extiende sobre preguntas acerca del sentido último y asuntos morales. Estos dos magisterios no se superponen, ni abarcan todo lo que puede conocerse».