2023-03-18

352.- Abundando en el Método Científico (y IV)


Autor: Riskov

La ciencia es un desarrollo de la mejor filosofía. Cuestiona todo, comprueba de la manera más objetiva posible considerando los sesgos personales, no acepta nada que no haya sido comprobado y siempre con conclusiones provisionales y abiertas. La ciencia nunca se queda sin trabajo: persigue nuevos descubrimientos, incluso un posible refinamiento de sus métodos. Por ello es opuesta al dogma (inamovible) y a la fe (aceptar sin evidencias).

El conocimiento obtenido por la ciencia es comprobado, nada equivalente al conocimiento proveniente de una deidad o de una autoridad (entrada 348). En el New Age actual se da mucho el “porque lo he dicho yo” (entrada 276).



En el caso del conocimiento proveniente de Dios, o bien es perfecto o es falso. Difícilmente podemos entender que haya un término medio, con aciertos parciales. Vistos los mensajes que hemos recibido de las diferentes religiones, parece evidente que todos ellos son falsos.

Cuando se ha mostrado el error evidente dentro de un texto sagrado, sus defensores alegan que hay que interpretarlo de otra manera, a veces mistérica, pero el libro sigue siendo válido. Actitud bien diferente a la de la ciencia.

Hasta la fecha, la única fuente de conocimiento válido sobre el medio natural es el obtenido con el método científico. Y se ha empleado, en general, bien, permitiendo una explosión demográfica, ofreciendo producción alimentaria para todos los habitantes (aunque mal distribuida, a unos les falta mientras otros engordan) y acceso universal al conocimiento. Ninguna otra forma del saber podía, ni siquiera, haber imaginado este resultado.

El escepticismo razonable se basa, al igual que la ciencia, en aceptar lo que está comprobado y dejar en suspenso lo que no. Este blog también ha recibido la visita de alguien que se auto proclamaba como escéptico porque cuestionaba el conocimiento científico, mientras nosotros no éramos escépticos (algunos nos denominan pseudoescépticos) porque sí lo aceptamos sin crítica. Esto es como enorgullecerse de ser escéptico de lo comprobado mientras acepta las afirmaciones extraordinarias de alguien sin demostración suficiente.

¿Y seguir el método científico es bueno para el ciudadano? Reconocer las virtudes de un buen método para discernir lo correcto disminuirá nuestros errores. Bien es cierto que no se requiere seguir el método científico completo, solamente emplear una lógica racional. Es paradójico que esta sí sea frecuente para la adquisición de un coche pero no para elegir un dios. Cuestionamos al fabricante del automóvil, al vendedor y al prestamista como no lo hacemos con la iglesia inserta en nuestra cultura. Como también es paradójico que critiquemos rituales de otras religiones como no lo hacemos con la nuestra. Ya sabemos que los creyentes de una religión son los mayores críticos de las otras pero, con la suya, suspenden el juicio.

Casi todo el mundo utiliza el escepticismo razonable en su día a día. Sin embargo, hay quienes exceptúan un tema, quizá para no perder las ventajas de respuestas sencillas, esperanzas, certidumbre, sentimiento de comunidad, efecto placebo y sosiego. Esta excepción tiene inconvenientes (entrada 300). Por el contrario, ningún país ha fracasado por ser demasiado científico ni demasiado lógico.

Donde sí ha habido desastres justificados por el bien común ha sido en ideologías doctrinales, ya sean políticas o religiosas. Las ideas totalitarias, que se dicen la verdad suprema, han perpetrado hasta genocidios. Hay quien ha intentado “igualar el partido” acusando a la ideología científica de los mismos males. ¿Acaso existe el concepto de ideología científica? ¿Y, se llame como se llame, a qué sociedad ha afectado seguir el pensamiento científico?

La pretensión de situar una creencia al mismo nivel que la ciencia equivale a igualar una opinión con conocimiento comprobado. Este último ha superado varias fases objetivas antes de ser aceptado, mientras la opinión es una creencia que, no pocas veces, se trata de una mera ocurrencia. Bien es cierto que esta está a favor de los gustos del creyente, mientras que la ciencia describe los hechos comprobados de la cruda realidad, razón por la cual sus conclusiones no siempre son atractivas.

Normalmente la pretensión del atacante es defender una creencia con la que se siente cómodo (el razonamiento sirve prioritariamente para adaptarse al entorno), proyectar en la ciencia los defectos de su creencia e intentar igualar al método que mejor funciona. Pero, por más que lo intente, el dogmatismo y la irracionalidad no se encuentran en la ciencia, bien al contrario.

Sería recomendable que todo crítico de la ciencia (compuesta por método científico, comunidad científica y conocimiento acumulado) leyera estos escritos antes de verter sus ataques en este blog. Así evitaríamos tener que repetirlo. Es evidente el peso de los argumentos a favor de la ciencia y en contra de cualquier otro “saber” que pretenda competir contra ella. No obstante, la parte mala de la divulgación es que una crítica, aunque sea poco fundamentada, requiere una correspondiente contraargumentación más elaborada. Los críticos, mostrando muchas veces irracionalidad, se agotan menos.


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350.- Abundando en el Método Científico (II)


4 comentarios :

  1. Es curiosa la forma como se contradicen algunos apologistas. Usan dispositivos electrónicos y enlaces de comunicaciones basados estrictamente en las leyes de la física cuántica y del electromagnetismo para criticar lo que despectivamente denominan "ciencia oficial"...

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  2. JAJAJAJA, cuánta razón. Habría que verlos rajando cada vez que se les cuelga el router. Igual lo achacan a misteriosas fuerzas malignas.

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  3. Desde que participo en debates, desde hace unos 17 años en Internet, he podido comprobar la deshonestidad y mezquindad de la mayoría de creyentes que intentan debatir en foros usando las mil y una falacia, artimaña o manipulación. Que haya alguno, es normal, pero es que son muchísimos.

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    1. Normal. La absurdez de sus dogmas sólo puede ser defendida desde la falacia y la manipulación.
      A ver si no cómo explicas tú ahora que tienes un amigo imaginario que son tres, uno de ellos una paloma violadora, a quien has de mendigar misericordia constantemente para que no te mande a donde un tipo de rojo con cuernos y rabo que antes trabajaba para él. Y si pasa algo bueno es cosa del amigo imaginario que son tres y si lo que acontece es malo es que ha sido el de los cuernos.

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