87.- El Papa simpático no me simpatiza

Dicen que el actual Papa es muy simpático, llano y humilde, y así parece.

De hecho, antes de ascender a Papa se movilizaba en el tren subterráneo y vivía modestamente, y desde que ocupa ese cargo se viste de forma mucho más sencilla que su antecesor. Además recibe llamadas telefónicas de gente común, viaja en vehículos descubiertos, bautiza hijos de "convivientes", envía saludos de Navidad a los ateos, sonríe casi todo el tiempo e incluso ¡es hincha de un equipo de fútbol!

Creo que hasta podría darle la mano, pero primero le pediría que complementara esos "grandes avances" con los que le sugiero más adelante.

En primer lugar, el Papa debiera tomar en consideración que:

1.- Su creencia en la existencia del dios de los católicos no cuenta con la evidencia empírica necesaria, evidencia que ese dios pudo y debió haber dejado si realmente hubiera querido revelarse ante nosotros. Su fe y la de miles de millones de otras personas no prueba nada, excepto que el cerebro humano es muy imaginativo, en el mejor de los casos.

2.- Que si existiera algún dios omnisciente y bondadoso, la Iglesia Católica no podría ser su vocera acá en la Tierra, habida cuenta de su vergonzosa lista de equivocaciones y de su nutrido prontuario de crímenes en continuo crecimiento, a pesar de todas las plegarias, ritos, procesiones, alabanzas y aleluyas. Un dios con esos atributos no podría equivocarse, ni tampoco permitir que una organización que dice representarlo cometiera tantos errores, e impusiera tanto sufrimiento a tanta gente inocente durante tantos siglos.

Los Papas son personajes reverenciados por quienes se dejan impresionar por la envergadura y la pompa de la Iglesia Católica, pero esa gente parece olvidar que ni los cientos de millones de fieles, ni las miles de escuelas, universidades, iglesias, catedrales y basílicas que posee esa organización son prueba de una relación privilegiada con el "creador del universo".

¿Alguna demostración de conocimientos superiores, de poderes especiales? No. Los Papas se han equivocado muchas veces, son incapaces de curar un simple resfriado o de predecir el próximo número ganador de la lotería. ¡Ni siquiera pueden pronosticar el clima! Son seres humanos comunes y corrientes, excepto que pretenden tener una conexión especial con el "creador del universo", pero nunca lo han demostrado en los hechos. ¿Cómo se califica a quienes pretenden ser lo que no son?

Es evidente que este Papa también carece de autoridad para hablar en nombre de ese "creador" y para transmitirnos "su voluntad". Tiene, naturalmente, pleno derecho a creer en lo que le plazca, pero no a imponer sobre otras personas las consecuencias de sus creencias infundadas haciendo uso del poder económico y de la enorme infraestructura material y humana que su organización posee.

Más allá de las risas y las simpáticas salidas de protocolo, el actual pontífice generaría verdaderos avances si tomara las medidas necesarias para que:

1.- Los colegios pertenecientes a la Iglesia Católica se abstuvieran de adoctrinar a los niños. Los eventos sobrenaturales protagonizados por los seres incorpóreos en los que él cree debieran ser enseñados junto a las respectivas historias de otras creencias religiosas, no presentados como hechos reales, porque está lejos de poder demostrarlos. Muchos de los alumnos que ingresan a esos establecimientos lo hacen por razones de conveniencia geográfica, social o académica, no para que se les enseñe a pensar en forma dogmática.

2.- Los hospitales pertenecientes a la Iglesia Católica ofrecieran a las mujeres embarazadas la opción del aborto en la etapa embrionaria. No está bien obligar a las mujeres a incubar embriones en contra de sus voluntades sólo porque los propietarios de un hospital creen que un óvulo recién fecundado tiene un alma inmaterial insuflada por Dios y es un ser humano con más derechos que los de la mujer cuyo cuerpo invade. Muchas pacientes llegan a esos hospitales por circunstancias ajenas a sus creencias religiosas, a veces como producto de una violación o de otra urgencia médica, y sus voluntades deben ser respetadas.

Los dos puntos anteriores están estrechamente relacionados, porque en aquellos países donde la Iglesia educa y adoctrina a buena parte de la clase dirigente resulta muy difícil aprobar leyes que le otorguen a las mujeres el derecho a elegir durante la etapa en la que el embrión no puede sentir ni sufrir. En esos países miles de mujeres pobres se ven obligadas a abortar en forma clandestina, con grave riesgo para su salud.

Así que al actual Papa le falta mucho todavía por hacer para reducir el sufrimiento innecesario que sus creencias infundadas y el poder de su organización imponen a la mitad del género humano, y esa es una de las razones por las que sus risas no me hacen gracia.

Como dice PZ Myers:

"Quiero vivir en un mundo en el cual no le baste a un payaso rendir pleitesía a una jerarquía arcana para conseguir una posición de prestigio y obtener luego un montón de amigos aduladores -incluso entre los ateos, que debieran ser menos ingenuos- sólo porque es hábil predicando perogrulladas. No me dejo engañar por esa máscara sonriente pegada sobre la Iglesia Católica."

"Ateos, no olviden lo que este hombre representa, incluso cuando los besa en la mejilla."