2022-12-21

340.- El Cojo de Calanda


Autor: Riskov

Un milagro es una intervención divina que supera las leyes naturales. Bajo mi opinión es la mejor forma de analizar la existencia de un dios que resiste el juicio racional y experimental. Si no podemos estudiar a Dios, estudiemos sus intervenciones en nuestro mundo.

Los declarados milagros que se prestan a un mejor análisis son aquellos en los que Dios cura a una persona de entre las millones de personas que sufren dolencias. Son casos excepcionales pero espectaculares. Muy escasos pero denotan la grandeza de Dios, presuntamente.

Y tan escasos. En el Santuario de Lourdes, principal foco de milagros católicos, la Iglesia ha considerado milagrosos un total de setenta casos. Considerando que el Santuario recibe la visita de unos ocho millones de personas cada año, no llega a una media de un caso al año. Tantas prédicas sin respuesta… Cien veces más difícil que ganar la lotería, que es de una posibilidad entre cien mil.

Vamos a tratar sobre el milagro más espectacular y excepcional del orbe católico: el cojo de Calanda. No en vano es el único aceptado canónicamente donde se reporta la recuperación de una pierna amputada. Por su parte, en Lourdes las curaciones más prominentes son de esclerosis múltiple, cáncer o levantarse de la silla de ruedas.

Veamos íntegramente qué dice una web católica sobre el cojo de Calanda:

“Finales de julio de 1637. Miguel Juan Pellicer, natural de Calanda (Teruel) tuvo un accidente durante su trabajo. Cayó al suelo y le pasó por encima de la pierna derecha una de las ruedas del Carro de su tío rompiéndosela más o menos a la altura del tobillo.

Le llevaron al hospital de Valencia y, al ver que cada vez empeoraba más, lo trasladaron a Zaragoza donde llegó a primeros de octubre, con mucha fiebre y la pierna totalmente gangrenada. Antes de ingresar en el hospital fue a la iglesia del Pilar, donde se confesó y comulgó.

Ya en el hospital, viendo los médicos que la pierna no tenía curación decidieron cortarla cuatro dedos por debajo de la rodilla.

Se la serrucharon sin más anestesia que una bebida bien cargada de alcohol mientras él se encomendaba a la Virgen del Pilar. Después de la operación, dos médicos enterraron la pierna en el cementerio del hospital.

Cuando se repuso de la operación, pasó dos años y medio pidiendo limosna en la puerta del Pilar y durmiendo en una posada o en los bancos del hospital. Regresó a Calanda.

Una noche soñó que se untaba el muñón con el aceite de la lámpara de la iglesia del Pilar. Al entrar sus padres en la habitación notaron una extraña fragancia; la madre se aproximó con el candil a su hijo y vio que le salían de entre las sábanas no una, sino las dos piernas.

Era su misma pierna amputada: con antiguas cicatrices de niño y la lesión cerca de tobillo que le hizo el carro cuando le pasó por encima.

Además se comprobó que la pierna enterrada en el cementerio del hospital no estaba. El milagro fue plenamente documentado, testificado por centenares de zaragozanos que conocían al cojo de Calanda cuando por espacio de dos años pedía limosna en las puertas del Pilar. La fama de este portento, resistente a toda crítica histórica, absolutamente riguroso, se extendió por todo el mundo y contribuyó no poco a difundir la existencia del Pilar de Zaragoza y la devoción pilarista, principalmente en los países hispanoamericanos.”


Pues ya está. Un milagro, a la par espectacular y visible, que demuestra la intervención de Dios. Como dice el escrito: “este portento, resistente a toda crítica histórica, absolutamente riguroso (…)”. ¡Jaque mate, ateos!

Bueno, no tan rápido. Los historiadores Antonio Gascón Ricao y Brian Dunning estudiaron este caso. Y no lo vieron tan claro. Expondré sus principales reticencias resumidas. Abajo se encuentran las fuentes donde se pueden consultar los artículos completos, así como los libros publicados.

Antonio Gascón Ricao investigó una exhumación de Miguel Pellicer, el cojo de Calanda, realizada en 1950, promovida por las autoridades eclesiásticas y acompañadas por varios expertos y notario, donde se comprobó que el cadáver tenía todas las características de Pellicer y fue enterrado junto con su ropa y unos escarpines (zapatos pobres de la época) de número mayor que su pie, que le permitía el uso de unas necesarias “palmillas” (alzas) con las que disimular la cojera de su pierna derecha. Esta era 5,5 mm menor que la izquierda.

A esta exhumación no se avisó a los medios ni fue publicada hasta 22 años después, publicación que señaló que el resultado de la búsqueda fue negativo y no había conclusiones. Antonio Gascón discute este extremo y se pregunta el motivo de tapar los datos obtenidos.


Comisión que trabajó en la exhumación y análisis

Brian Dunning, por su parte, nos ofrece este análisis crítico:

Miguel Pellicer permaneció cinco días en el hospital de Valencia. Después fue, a pie, con una pierna rota, al hospital mayor de Zaragoza, trayecto que le llevó 50 días.

Nota mía: hay diferentes versiones sobre si le recomendaron trasladarse o si quiso él acercarse a su tierra natal, con sus padres. Sea como sea, el viaje a pie no deja de extrañar y que dure 50 días. La distancia entre Valencia y Zaragoza es de 309 km por carretera.

Una vez que llegó a Zaragoza, febril y enfermo, los médicos encontraron su pierna gangrenada y en un estado penoso. A Pellicer le amputaron la pierna derecha "cuatro dedos por debajo de la rodilla" y la enterraron en un solar especial del hospital. Permaneció en el hospital durante varios meses y se le proporcionó una pata de palo y una muleta. Pellicer vivió en Zaragoza, asistiendo a misa diariamente en la Basílica y aceptando limosnas.

Tras dos años se trasladó a casa de sus padres en burro (115 km, nota mía). Un soldado viajero estaba pasando la noche en la antigua habitación de Pellicer, por lo que este tomó un saco de dormir en el piso de la habitación de sus padres, que eran pobres. Por la mañana, sus padres vieron no uno, sino dos pies que sobresalían del extremo de la manta corta.

Un examen de la pierna reveló que era la misma pierna que siempre había tenido. Tenía una cicatriz de donde le habían extirpado un quiste cuando era niño, dos cicatrices hechas por espinas y otra de una mordedura de perro en la pantorrilla. Lo más notable era una cicatriz donde la rueda del carro le había aplastado la tibia. Se decía que la pierna parecía delgada y atrofiada, pero a los pocos días la estaba usando normalmente.

Se abrió un juicio en Zaragoza donde más de cien personas declararon que habían conocido a Pellicer con una sola pierna, mientras que ahora tenía dos.

Médicamente, la historia de Pellicer es improbable, pero no imposible. A los 55 días de la lesión, dijo, le amputaron la pierna por gangrena avanzada. En una lesión por aplastamiento como la que sufrió, la gangrena puede tardar entre 48 y 72 horas en aparecer. Nadie vive 55 días con una lesión gangrenosa. Si su piel no se rompió, o si alguna herida se curó limpiamente, todavía es posible que la herida haya desarrollado gangrena gaseosa interna semanas, meses o incluso años después. Pero la apariencia de la gangrena gaseosa es inconsistente con la condición supuestamente reportada por los médicos, que era "flemonosa y gangrenosa", es decir, abierta y húmeda, y "negra". Sin un examen real, no podemos decir con certeza que la historia de Pellicer es imposible; pero la versión de la historia que se ha informado levanta una enorme bandera roja médica.

Esta bandera roja es suficiente para impulsar un examen más detallado de la evidencia documentada. Y hay una cosa que salta a la vista. No hay documentación ni relatos de testigos que confirmen que su pierna alguna vez se fue.

Tenga en cuenta que no existe evidencia de que su pierna haya sido amputada alguna vez, o que incluso haya sido tratada, en el hospital de Zaragoza, aparte de su propia palabra. Nombró a tres médicos allí; sobre uno no hay constancia de que haya sido entrevistado ni por la delegación ni por el juicio. Los otros dos médicos nombrados por Pellicer (Estanga y Millaruelo) negaron haber participado en la amputación de su pierna.

El juicio encontró que ninguna pierna estaba enterrada donde dijo que estaba en el hospital, pero esto es exactamente lo que esperaríamos encontrar si nunca hubiera sido amputada. Aunque esta falta de una pierna enterrada a menudo se presenta como evidencia de que la historia es cierta, en realidad es una falta de evidencia de algo.

Hasta aquí los datos ofrecidos por Brian Dunning. Como conclusión indica que es mucho más lógico pensar en que Pellicer se dedicó a la mendicidad al salir del hospital de Valencia y que descubrió que recaudaba mucho más atándose la pierna hacia atrás y simulando ser cojo. Al ser descubierto en casa de sus padres continuó la simulación.

En la sentencia del Proceso del milagro ya se incluyó una reticencia, la cual no pudo impedir que la España del siglo XVII contara con un caso tan extraordinario para su feligresía: “No pudo dicho Miguel afirmar el pie, porque tenía los nervios y dedos de él encogidos é impedidos, ni sentía calor natural en la pierna, la cual se mostraba con un color lánguido y mortecino; ni ésta igualaba á la otra en lo largo y grueso; todo lo cual, al parecer, desdice y repugna á la esencia del milagro; lo uno porque no se obró en un instante; lo otro porque cosa tan imperfecta no pudo provenir de Dios, en cuyas obras no cabe imperfección.”


Fuentes

El milagro del cojo de Calanda - Catholic.net

El fraude del milagro de Calanda al descubierto - Ser histórico

Miguel Pellicer - Wikipedia

The Miracle of Calanda - Skeptoid

Nuestra Señora de Lourdes - Wikipedia


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17 comentarios:

  1. Considero que es una solemne tontería perder el tiempo en investigar algo que, supuestamente, viola las leyes naturales.
    Los milagros hay que verlos como lo que son: propaganda. A lo largo de la historia cristianismo, islam, judaísmo y budismo (que yo sepa) han gustado de hacer proselitismo y los milagros son un reclamo estupendo. "Únete a nosotros y te ocurrirán cosas extraordinarias"; ante esta afirmación , hace 400 años, hasta yo estaría tentado a creer en los más disparatados dogmas. Los milagros siempre han sido historias particulares de muy difícil comprobación. Incluso entre los presuntos testigos resulta casi imposible corroborar y unificar versiones, algo que, lejos de hacer aún menos creíble el hecho, aumenta su encanto entre ciertos sectores de la audiencia. Por supuesto siempre encontraremos la siempre socorrida y tajante afirmación "ha sido la voluntad de dios", frase que cualquier creyente acepta sin rechistar porque ¿quién se va a arriesgar a ser fulminado por su irascible y déspota divinidad de turno?

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    1. Me autorrespondo. Creo que debería haber usado algún que otro punto y aparte, ¿no?

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    2. Antaño los milagros tenían una función de esperanza y placebo; ahora tienen menos sentido.
      Este milagro de Calanda no solo no funcionaría hoy, sino que ya establecido, apenas se comenta. Ya forma parte de la mitología. Excepto para grandes fieles, los cuales no pueden renegar de lo que una vez su iglesia estableció.

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  2. La estadística de menos de 1 milagro por año debería hacerse sobre la cantidad de años que hace que está lo de Lourdes (que también da). Es aún menor la cifra si se la compara con la cantidad de peregrinos sumados en todos los años.

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  3. En el Santuario de Lourdes, principal foco de milagros católicos, la Iglesia ha considerado milagrosos un total de setenta casos.

    Pero ninguna regeneración de un miembro amputado. El (supuesto) dios de los católicos cura enfermedades que podrían haber estado mal diagnosticadas, o que podrían haber remitido naturalmente, pero sólo habría curado una amputación en más de un milenio, y el caso es tan antiguo, que no se puede comprobar fehacientemente.

    No ha ocurrido ninguno de esos milagros durante el siglo 20 y el 21, a pesar de las dos guerras mundiales, la de Corea, Vietnam, Irak, etc. que deben haber dejado a un gran número de católicos con pérdida de partes del cuerpo.

    Qué fácil sería para el omnipotente dios de los católicos devolver miembros amputados a quienes rogaran de la forma correcta. Con una tasa de regeneración de un 10% sería más que suficiente para demostrar su existencia y negar la de otros dioses.

    Pero sería demasiado evidente, supongo. Los curas nos dicen que debemos tener fe, es decir, que debemos creer afirmaciones fantásticas sin evidencia, como un idiota que cree en la palabra de los vendedores de autos usados y paga sin hacer revisar la mercancía.

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    1. Un 10% dices... ¡ni que fuésemos estrellas de mar! Con un 0,001% yo tendría más que de sobra para hacer voto de pobreza, silencio y castidad y encerrarme en un convento per secula seculorum .

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  4. Esto que os cuento es un dato curioso dado por la experiencia de vivir en un entorno rural de interior más o menos en el centro de Andalucía.
    Aquí, y supongo que en otros muchos lugares de similares características, existen lo que me gusta llamar milagrillos. Es algo así como "pues mira que la Mari fue a Fátima con un viaje del Imserso y al volver encontró el tapón de la cantimplora que perdió hace 20 años" o "¿quieres creer que después de una semana yendo a las novenas del nazareno se me ha curado el resfriado?"

    Son tonterías sin importancia pero en las que las parroquianas establecen relaciones causa-efecto tan sólo atribuibles a la intervención divina. A mí no dejan de hacerme gracia, al fin y al cabo forman parte del encanto de la Andalucía profunda. 😊

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    1. https://www.youtube.com/watch?v=_x_dCItvfHU Es verdaderamente sorprendete la involucion del mundo musulman. Muestra mayor que la religion puede anular por completo la inteligencia humana, y solo dejar barbarie, ignorancia, estulticia, estupidez, y agresividad salvaje e irracional de fanaticos.

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    2. Lo mismo se repite una y otra vez: https://www.youtube.com/watch?v=ygcXXN3Kr3Y

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    3. No se qué será peor, si eso o esto.
      https://www.youtube.com/watch?v=ud4x38i-R4o

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    4. No soy comunista, ni muchisimo menos cristiano. Pero creo lo de los musulmanes esta en un nivel peor en lo de los videos.

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    5. Yo tampoco soy comunista ni cristiano, de hecho no puedo ver a ninguno de estos dos grupos. Sin embargo parece mentira que en un país democrático, constitucional y con una libertad de expresión que va mucho más allá de la "freedom of speech" yanki, existan grupúsculos que no toleren nada que se salga se sus creencias medievales.

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    6. El comunismo es una religion laica.

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  5. Causas religiosas e ideológicas del terrorismo islamico

    Desde hace ya algunas décadas, el mundo árabe-musulmán viene experimentando un verdadero despertar de lo religioso. Ello no sólo responde al deseo y la necesidad irrefrenable de mantener unas referencias identitarias propias en un mundo cada vez más globalizado y tiranizado por la lógica uniformizadora del capitalismo, sino también a la grave crisis global que, como venimos indicando, afecta prácticamente a la totalidad de los países árabe-musulmanes, expresada, fundamentalmente, por el fracaso del nacionalismo árabe, el descrédito o la falta de alternativas de utopías laicas transformadoras de la realidad, el desorden y el caos social creciente y generalizado provocados en este espacio geopolítico por el neoliberalismo, y, en definitiva, por la desconfianza, y el rechazo integral consiguiente, hacia el sistema político, social y económico vigente en estas sociedades.

    En este despertar religioso se confrontan dos orientaciones (Naïr, 1996: 98-101): la de un Islam "moderno" y oficial, cuyos líderes religiosos van a depender del Estado, y la del islamismo político y radical. El Islam oficial, por su parte, comparte con los poderes autoritarios el mismo descrédito, ya que éstos se habrían servido de aquél para legitimar unos sistemas sociales profundamente desigualitarios y el ejercicio sistemático de la corrupción. El islamismo, por su parte, reacciona ante los retos y desajustes provocados por la modernización mediante un conservadurismo extremo, encarnando en realidad un miedo paroxístico al futuro. De ahí su resentimiento ante el presente, su nostalgia de un pasado idealizado, su sueño de retorno a una época míticamente pura —la de los cuatro primeros califas del Islam—, y su acuciante necesidad de dogma y fusión comunitaria.

    Estas dos versiones del Islam difieren, sobre todo, en lo que concierne a la relación entre la religión y el Estado. El Islam oficial no admite la separación entre ambas realidades, pero acepta una adaptación del derecho religioso al mundo moderno; en tanto que el integrismo3 pretende someter este mundo a una concepción totalitaria del derecho religioso, llamado sharía o ley divina. Ello le aferrará, firmemente, a la tradición, le opondrá a toda idea de evolución o cambio, y le hará extremadamente hostil e, incluso, violento con todo pluralismo. Para el islamismo, "[...] el Islam es adoración y gobierno, religión y Estado" (Al-Banna, citado por Jordán, 2004: 201). El integrismo acabará convirtiéndose así en fundamentalismo, y tratará de "[...] expandir el islamismo mediante la espada" (Reinares, 2003: 92). Los ideólogos y militantes del terrorismo islamista recurren al concepto de yihad para justificar religiosamente su violencia, es decir, entienden la yihad como la defensa legítima de las personas y de la religión, y, en su caso, como un método de lucha para extender el Islam. El Corán contiene pasajes en los que, sin utilizar el término yihad, se habla explícitamente de combatir a los infieles y a los apóstatas. No obstante, la palabra yihad procede de la raíz árabe que significa esforzarse, y se refiere, sobre todo, al esfuerzo cotidiano que ha de hacer todo musulmán para cumplir correctamente con los principios de su fe. Otra acepción del término implica, asimismo, el compromiso de los musulmanes en contra de las fuerzas externas que amenacen a la comunidad y al mundo musulmán. Se trataría, por lo tanto, de un concepto con un sentido, primordialmente, defensivo y no ofensivo, de ahí que "[...] la vulgarizada traducción de 'guerra santa' sea incorrecta y responda a una traslación errónea del concepto de 'cruzada'. La yihad puede expresarse a través de múltiples modos de acción, muchos de ellos no violentos, como la oposición política, la resistencia civil o el boicot económico" (Martín, 2003: 49).

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  6. Las bases doctrinales del terrorismo islamista actual derivan, sobre todo, de dos corrientes islámicas: el wahabismo y el salafismo (De la Corte y Jordán, 2007). A finales del siglo XVIII, siendo ya evidente la decadencia del imperio otomano, Ibn Abd al-Wahhab preconizaba que la debilidad de los musulmanes y su crisis de confianza se debían a la contaminación de la fe. Después, la secta de los wahabíes contribuyó, decisivamente, a la ascensión al poder de la casa de Saud en Arabia Saudí. Por ello, siguiendo los dictados de esta corriente islámica, los escolares de este país son, formalmente, adoctrinados en el odio hacia los infieles y en la lealtad y unidad de todos los musulmanes. El wahabismo induce, incluso, a la eliminación física tanto de los adversarios impíos, que se opongan a la comunidad de los creyentes (umma), como de los musulmanes apóstatas. Autoridades y magnates saudíes han contribuido con sus enormes fortunas a financiar por doquier a asociaciones islámicas radicales y a difundir el wahabismo a escala global. Ello lo hacen, impúdicamente, con el propósito de que los islamistas no se vuelvan en contra de un régimen tildado, por lo demás, de tiránico y corrupto, y sin el menor escrúpulo a la hora de trasladar fuera de las fronteras de su país el escenario de la violencia acarreada por dicha corriente islamista. Fue así como centenares de madrasas o escuelas coránicas, financiadas por Arabia Saudí y otros Estados del Golfo Pérsico, propagaron la cultura de la yihad en Pakistán entre varias generaciones de jóvenes, que acabarían en su mayoría por formar parte del movimiento talibán o en los campos de entrenamiento de Al-Qaeda en Afganistán.

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  7. A finales del siglo XIX y principios del XX surge, por otro lado, el salafismo, con la pretensión de hacer compatible la modernidad con el respeto a los valores tradicionales y puros del Islam; siendo imprescindible para ello volver a los orígenes de la religión, que la liberasen de las desviaciones sufridas a lo largo de la Historia. Los salafíes denunciaron, asimismo, la decadencia moral y el abandono de la práctica religiosa en las sociedades musulmanas de su época, reclamaron la reinstauración del califato y el desarrollo de una doctrina social islámica. Sin embargo, la injerencia colonial europea en la creación de las estructuras políticas y jurídicas de las sociedades musulmanas, y la división en Estados nacionales de la comunidad de creyentes, acabaron convirtiéndose en un obstáculo insoslayable para el proyecto político y doctrinal salafí. A la influencia de la corriente salafí en el desarrollo teórico del pensamiento político islámico le sucederán las aportaciones realizadas por los intelectuales islamistas. Entre éstos destacan Al-Banna y Mawdudi. Ambos coinciden en la necesidad de establecer el Estado islámico como garante de la religión y la justicia social, dada la ostensible perversión de estos ideales promovida por el nacionalismo árabe, la secularización, y las formas de gobierno autoritarias y patrimoniales impuestas por las élites políticas de la independencia. Fruto de la influencia ejercida por estos intelectuales en el mundo árabe es la creación en 1928 de la primera organización islámica contemporánea, los Hermanos Musulmanes (Burgat, 1996). Aunque surgió en Egipto, en la actualidad está presente en cerca de 70 países. En consonancia con la tradición islámica señalada antes, su objetivo primordial es islamizar la sociedad y el Estado, pero ello trataría de hacerlo, generalmente, de forma pacífica y progresiva; es decir, pretende promover el cambio desde abajo, convirtiendo primero a la sociedad y después al Estado, al poner en marcha actividades religiosas, culturales y asistenciales dirigidas a la clase media y, sobre todo, a los más desfavorecidos, o al buscar la presencia activa en sindicatos, colegios profesionales, otras asociaciones, partidos políticos y demás. Los Hermanos Musulmanes comparten así con los grupos terroristas islamistas los objetivos finales, pero, a diferencia de éstos, su lucha suele ser pacífica en la mayoría de los lugares donde están presentes. Si bien es cierto que su gran actividad social e intelectual y, en definitiva, su proselitismo facilitan, a su vez, las tareas de reclutamiento y propaganda de los yihadistas. Al-Qaeda considera, incluso, la violencia como la respuesta más eficaz al fracaso político y social de las estrategias pacíficas de los Hermanos Musulmanes.

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  8. Keywer

    1) Trata de comentar sobre el tema de la entrada. Ignorar la publicación y hablar de lo que a ti te interesa es una falta de cortesía con el autor. Una forma de hacerlo es pidiendo disculpas porque se trata de un tema distinto (OFF TOPIC), que a ti te interesa mucho.

    2) No es correcto copiar textos sin mencionar la fuente, porque parece que fuera tu trabajo y no lo es. Busqué la fuente de tus tres comentarios previos y parece ser la siguiente:

    https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1405-14352010000300003

    3) No es correcto copiar textos extensos en la sección de comentarios si puedes citar la fuente. Es preferible que resumas lo que quieres decir y luego agregues el enlace. De esa forma estará disponible para quienes les interese el tema sin interrumpir la lectura de los otros comentarios, especialmente si tu texto no tiene relación con la entrada.

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