91.- La "humildad" de los cristianos

La antigüedad de la especie humana es de alrededor de 200.000 años, la de los homínidos que la precedieron ~ 6 millones de años, la de los mamíferos de los cuales desciende ~ 200 millones, la de la vida en la Tierra ~ 3.500 millones, la del Sol ~ 4.600 millones y la del universo ~ 13.800 millones de años.

Pero muchos cristianos se mueven en escalas de tiempo de milenios. Son como caballos con visera. Se creen tan importantes, que presumen que el universo se inició junto con ellos. ¡Un universo de 2 billones de galaxias fue creado para ellos por su Padre celestial omnipotente, quien además envió a su "hijo" a sufrir una muerte horrorosa… para salvarlos a ellos!

Es que ellos son tan, pero tan importantes...

Alrededor del 99,9 % de las especies que alguna vez han existido se ha extinguido, incluyendo varias de homínidos muy similares al homo sapiens, pero a ellos les espera ¡la vida eterna!

De esos millones de especies extintas no quedan sino los átomos que alguna vez pertenecieron a sus cuerpos, pero de las suyas quedarán "almas" viviendo para siempre, aunque los cerebros que alguna vez les hayan permitido pensar, sentir y recordar se hayan desintegrado en el pasado remoto.

Más aún, el exterminio global no ha terminado: las catástrofes naturales que han provocado esas extinciones continuarán, y su magnitud se incrementará, pero los cristianos no se verán afectados, porque ellos son los elegidos.

Cada 100 millones de años (en promedio) la Tierra recibirá un impacto devastador y se extinguirá buena parte de las especies de seres vivos que pueda existir en ese momento, pero ellos salvarán ilesos, disfrutando del colosal espectáculo en compañía del "creador del universo".

En algún momento una supernova cercana esterilizará el planeta con una dosis letal de rayos gama, pero ellos presenciarán el horrible espectáculo cenando tranquilamente en la mesa del Señor.

No sólo eso: Dios ofrecerá continuamente fuegos artificiales de envergadura cósmica a los afortunados cristianos celestiales. El estallido de una supernova cercana en nuestra galaxia es un fenómeno muy esporádico, pero a escala universal, en un conjunto de dos billones de galaxias, es muy frecuente. Cada una de esas explosiones puede aniquilar a muchas especies de seres vivos en sistemas planetarios cercanos, pero nada de eso inquietará a las almas eternas de los cristianos, porque Dios creó este "maravilloso" universo para ellos. Los demás, que se jodan...

En unos cuantos miles de millones de años más el Sol será una gigante roja y habrá calcinado nuestro planeta matando a toda forma de vida excepto a las cucarachas que estén usando protector solar factor 10.000 o superior, pero ellos seguirán tan frescos como ahora, chapoteando en la gran piscina del Cielo.

Junto con la transformación gradual del Sol en una gigante roja, nuestra galaxia se fusionará con la de Andrómeda. Millones de estrellas serán lanzadas en todas direcciones, muchas de ellas expulsadas de la galaxia gigante que se formará. Será un espectáculo maravilloso que se prolongará durante cientos de millones de años. Podemos verlo ahora en tiempo acelerado en este video, pero los cristianos lo disfrutarán en tiempo real mascando popcorn en compañía de los ángeles.

Durante todo ese tiempo, quienes conocieron la historia de la divinidad de Jesús pero concluyeron que sólo era otra leyenda fantástica más, habrán sufrido un horrible castigo en el Infierno. Entre ellos estarán personas tan extraordinarias como Richard Feynman, Stephen Hawking, David Attenborough, Carl Sagan, Isaac Asimov y Albert Einstein. No importa qué tanto hayan aportado a la generación y difusión del conocimiento humano, no habrá perdón ni alivio para ellos, porque no aceptaron al "Espíritu Santo" en sus corazones.

En billones de años más se habrán apagado todas las estrellas al agotar su combustible nuclear y se habrá extinguido toda forma de vida en el universo, pero los cristianos seguirán tocando el arpa y alabando a Dios Padre Todopoderoso.

Quedarán sólo los agujeros negros, que durarán muchísimo más tiempo que todo lo antes descrito, pero los cristianos seguirán viviendo y disfrutando de la electrizante radiación Hawking con su misma consciencia y recuerdos intactos, por los siglos de los siglos, amén.

Es que ellos son tan especiales… y "humildes".