1.- Un día iba caminando por un puente y vi a un hombre parado en el borde, listo para suicidarse. Corrí hacia él y le dije: ¡para, no lo hagas!
- ¡Hay mucho por lo que vivir!
- ¿Como qué?
- Bien, ¿eres creyente o ateo?
- Creyente.
- ¡Yo también! ¿Eres episcopalista o baptista?
- Baptista.
- ¡Yo también! ¿Eres de la Iglesia Bautista de Dios o de la Iglesia Bautista del Señor?