2016-09-30

158.- Besando el codo de Hank


Esta mañana ha llegado a mi puerta una pareja bien vestida y bien peinada. El hombre habló primero:

Juan: Hola, yo soy Juan y esta es María.

María: Hola, estamos aquí para invitarte a besarle el codo a Hank con nosotros.

Yo: ¿Cómo?, ¿de qué estás hablando?, ¿quien es Hank?, ¿y por qué tendría que querer besar su codo?

Juan: Si tú besas el codo de Hank te da un millón de dólares, y si no lo haces, te cubre de espuma.

Yo: ¿Cómo? ¿es que es alguna clase de extraño pervertido?

Juan: Hank es un multimillonario filántropo. Hank construyó este pueblo. Hank posee este pueblo. Él puede hacer lo que quiera, y lo que quiere hacer es darte un millón de dólares, pero no puede si tú no besas su codo.

2016-09-25

157.- Análisis del desarrollo mítico de la divinidad de Jesús


Autor: Riskov

Desconocemos muchos datos para poder llegar a conclusiones definitivas sobre la manera en la que se fue desarrollando un capítulo tan importante del Nuevo Testamento como el de la divinidad de Jesús. Sin embargo, con la Biblia, un libro estupendamente conservado, tenemos la oportunidad de reconstruir cronológicamente el desarrollo del mito.

Tenemos la oportunidad de ver como la deificación de Jesús va creciendo con el tiempo. Para ello, los diversos autores van retrasando la divinización en la biografía de Jesús, agigantando el mito.

Para un correcto análisis tendremos que comenzar por los primeros escritos sobre Jesús, que provienen de Pablo de Tarso, alrededor de 20 a 25 años después de su muerte. En las trece epístolas que se conservan no menciona nada de su nacimiento, aunque insiste en que "si Cristo no resucitó, vacía es nuestra predicación, vacía es también nuestra fe". La cristología es el centro de la teología paulina, una teología cristocéntrica, es decir, una teología cuyo eje principal es Cristo muerto y resucitado.

2016-09-14

156.- El sistema nervioso como "origen" del libre albedrío


Autor: Bernat

Los diferentes sistemas nerviosos que devienen en algún tipo de consciencia permiten experimentar tanto el placer como el dolor en todas sus variantes. Aquí, "placer" y "dolor" abarcan no sólo su acepción más prosaica sino todas aquellas frustraciones, penas, alegrías y sentimientos humanos, en definitiva, todo lo que se necesita para constituir una consciencia compleja y sofisticada que, a su vez, forma el sistema motor que mueve a los seres vivientes a buscar la satisfacción de sus necesidades que le permiten su subsistencia. Desde esa perspectiva, la consciencia es un factor necesario para la obtención de un fin: el mantenimiento de las especies.

A partir de la experiencia del dolor y del placer surge el bien y el mal como conceptos hipostasiados desde la teología, y una vez surgidos dichos conceptos aparece el término "libertad" para designar la capacidad que tienen los seres sintientes a la hora de elegir sus preferencias. Se entiende, entonces, que no podríamos hablar de libertad ni de libre albedrío si no existiera esa capacidad de sentir a la que llamamos consciencia.