Las religiones terrestres actuales más difundidas le asignan a un dios personal el rol de creador del universo, así que la naturaleza de ese supuesto creador es un tema de interés universal, es decir, uno que atañe no sólo a los seres humanos del planeta Tierra, sino a los de cualquier otra especie de seres conscientes e inteligentes que pueda existir en el universo.
Sólo hay dos posibilidades: somos los únicos, o existen otras especies inteligentes.
Si somos la única especie inteligente es difícil atribuirle a un ser superior la creación del universo con la intención de proporcionarnos un hábitat, ya que:
- El universo es cien mil veces más antiguo que la especie humana. En otras palabras, durante el 99.999% de su existencia el universo no incluyó seres humanos. Este hecho debiera ser sorprendente para un creyente, ya que si Dios hubiera deseado crearnos a su imagen y semejanza lo podría haber hecho en un instante.