2010-01-23

13.- Por un mundo mejor


Extractado del libro "Un Punto Azul Pálido", Carl Sagan, 1994.

El texto que reproduzco a continuación es muy conocido, pero no puedo dejar de incluirlo en mi blog. Las palabras del segmento 4 están –en mi opinión- entre las más hermosas que Carl Sagan escribió. Si los generales, dictadores y líderes religiosos de este planeta llegasen a leerlo y lograsen internalizarlo, probablemente viviríamos en un mundo mejor.

Carl Sagan

--- 1 ---

La nave espacial se encontraba muy lejos de casa, más allá de la órbita del planeta más exterior y muy por encima del plano de la eclíptica, una superficie plana imaginaria, algo así como una pista, en la que generalmente se hallan confinadas las órbitas de los planetas. La astronave se alejaba del Sol a 65.000 kilómetros por hora. Pero a principios de febrero de 1990 recibió un mensaje urgente de la Tierra.

Obediente, modificó la orientación de sus cámaras, dirigiéndolas hacia los planetas ahora distantes. Tras girar su plataforma de exploración científica de un lugar del cielo a otro, captó sesenta imágenes y las almacenó, digitalizadas, en su cinta registradora. Luego, lentamente, en marzo, abril y mayo, fue radiando los datos hacia la Tierra. Cada imagen estaba compuesta de 640.000 elementos individuales (pixeles), como los puntos que aparecen en una foto impresa o en un cuadro puntillista.

La nave espacial se encontraba a seis mil millones de kilómetros de la Tierra, tan lejos, que cada píxel tardaba cinco horas y media, viajando a la velocidad de la luz, en alcanzarla. Las imágenes podían haber sido reintegradas antes, pero los grandes radiotelescopios ubicados en California, España y Australia que reciben estos susurros procedentes de los bordes del sistema solar tenían responsabilidades con otras naves que surcan el océano espacial, entre ellas la sonda Magallanes, en dirección a Venus, y Galileo, en tortuoso viaje hacia Júpiter.

El Voyager 1 se encontraba tan por encima del plano de la eclíptica porque, en 1981, se había aproximado mucho a Titán, la luna gigante de Saturno. Para su nave hermana, el Voyager 2, fue programada una trayectoria distinta dentro de dicho plano, y pudo así llevar a cabo sus celebradas exploraciones de Urano y Neptuno.

Los dos robots Voyager han investigado cuatro planetas y casi sesenta lunas. Constituyen notables triunfos de la ingeniería humana y se cuentan entre las glorias del programa espacial norteamericano. A buen seguro ambas figurarán en los libros de historia cuando muchas otras cosas de nuestro tiempo hayan quedado relegadas al olvido.


El Voyager 1, lanzado en 1977. Voyager 1

El buen funcionamiento de los Voyager sólo estaba garantizado hasta que efectuaran su encuentro con Saturno. Se me ocurrió que podía ser una buena idea que, una vez se hubiera producido, echaran un último vistazo en dirección a la Tierra. Yo sabía que desde Saturno la Tierra se vería demasiado pequeña como para que el Voyager pudiera percibir detalles. Nuestro planeta aparecería como un mero punto de luz, un píxel solitario, apenas distinguible de los otros muchos puntos de luz visibles, planetas cercanos y soles remotos. Pero precisamente por la oscuridad de nuestro mundo puesta así de manifiesto, podía valer la pena disponer de esa imagen.


--- 2 ---

Los navegantes han dibujado esmerados mapas de las líneas costeras de los continentes. Los geógrafos han traducido esos hallazgos a mapas y globos terráqueos. Fotografías de pequeños trozos de la Tierra fueron tomadas primero desde globos y aviones, luego por cohetes en breves vuelos balísticos y, finalmente, por naves espaciales puestas en órbita, que ofrecen una perspectiva como la que se consigue observando un gran globo terráqueo a tres centímetros de distancia.

Si bien a casi todos nosotros nos han enseñado que la Tierra es una esfera a la que, en cierto modo, estamos pegados por la fuerza de la gravedad, no empezamos a darnos verdadera cuenta de la realidad de nuestra circunstancia hasta ver la famosa foto de gran cobertura que la nave Apolo tomó de la esfera terrestre, la que obtuvieron los astronautas del Apolo 17 en el último viaje del hombre a la Luna.


La Tierra, fotografiada desde el Apolo 17 en 1972, algunas horas
después del despegue, desde una distancia de 30.000 km,
algo mayor a 2 veces el diámetro del planeta.
El sol estaba detrás de la nave, lo que permitió fotografiar
a nuestro planeta completamente iluminado.
La Tierra, fotografiada desde el Apolo 17 Los transbordadores espaciales orbitan a una altura de 300 km,
o un cuarentavo del diámetro de la Tierra, por lo que sólo
pueden fotografiar pequeñas partes de la superficie.

Esa imagen se ha convertido en una especie de icono de nuestra época. En ella aparece la Antártica, que americanos y europeos tan rápidamente consideran el punto más inferior, y luego todo el continente africano extendiéndose hacia arriba: puede verse Etiopía, Tanzania y Kenya, donde vivieron los humanos primitivos.

Arriba, a la derecha, se vislumbra Arabia Saudita y lo que los europeos llaman el Cercano Oriente. En la porción superior, sobresaliendo apenas, se encuentra el mar Mediterráneo, a orillas del cual emergió una parte importante de nuestra civilización global. Se distingue también el azul del océano, el color rojo amarillento del Sahara y del desierto árabe, el verde pardo de bosques y prados.

Pero no hay rastro de los humanos en esa foto; tampoco de la remodelación de la superficie de la Tierra que nuestra especie ha llevado a cabo, de nuestras máquinas o de nosotros mismos: somos demasiado pequeños y nuestra organización política demasiado débil para ser captados por una nave espacial situada entre la Tierra y la Luna. Desde esa posición no se percibe ninguna evidencia de nuestra obsesión por el nacionalismo.

Las imágenes de la Tierra obtenidas por el Apolo transmitieron a las multitudes algo de sobra conocido para los astrónomos: a la escala de los mundos -por no mencionar a estrellas o galaxias-, los humanos somos insignificantes, una fina película de vida sobre un oscuro pedazo de roca y metal.


--- 3 ---

Me pareció que otra instantánea de la Tierra, esta vez desde una distancia cien mil veces superior, podía ser útil en el constante proceso de revelarnos a nosotros mismos nuestra verdadera circunstancia y condición. Los científicos y filósofos de la antigüedad clásica habían comprendido correctamente que la Tierra es un mero punto en la inmensidad del cosmos, pero nadie la había visto nunca como tal. Esa era nuestra primera oportunidad (y quizá también la última en décadas y décadas).

Eran muchos los que apoyaban el proyecto Voyager en la NASA. Pero desde el sistema solar exterior la Tierra está situada muy cerca del Sol, como una polilla cautiva alrededor de una llama. ¿Debíamos aproximar tanto la cámara al Sol y arriesgarnos a que se quemara el sistema vidicón de la sonda espacial? ¿No sería mejor esperar a que hubiese tomado todas las instantáneas científicas -las de Urano y Neptuno-, si es que la nave lograba conservarse todo ese tiempo?

Así pues esperamos -y resultó bien-, desde 1981 en Saturno y 1986 en Urano, hasta 1989, en que ambas sondas hubieron pasado las órbitas de Neptuno y Plutón. Por fin llegó el momento. Sin embargo, primero era necesario efectuar una serie de calibraciones instrumentales, y aguardamos un poquito más. A pesar de que las naves se encontraban en las posiciones correctas, su instrumental funcionando a la perfección y ya no había más fotos que tomar, algunos miembros del personal se mostraron contrarios a llevarlo a cabo. Aquello no tenía nada que ver con la ciencia, adujeron.

Luego descubrimos que, en una NASA agobiada por los problemas económicos, los técnicos que diseñan y transmiten las órdenes por radio a los Voyager iban a ser despedidos de inmediato o transferidos a otros puestos. Si realmente querían tomarse esas imágenes, debía hacerse en ese preciso momento. En el último minuto -de hecho se produjo en mitad del encuentro del Voyager 2 con Neptuno-, el entonces responsable de la NASA, el contralmirante Richard Truly, intervino y se aseguró de que se realizara el trabajo. Los científicos espaciales Candy Hansen, del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA, y Carolyn Porco, de la Universidad de Arizona, diseñaron la secuencia de órdenes y calcularon los tiempos de exposición de la cámara.

Desde la distancia, los planetas parecen sólo puntos de luz, con manchas o sin ellas, incluso a través del telescopio de alta resolución instalado a bordo del Voyager. Son como los planetas observados a simple vista desde la superficie de la Tierra, puntos luminosos más brillantes que la mayoría de estrellas. Por espacio de unos meses, nuestro planeta, al igual que los demás, da la sensación de flotar entre las estrellas. Con sólo mirar uno de esos puntos no somos capaces de decir lo que alberga, cuál ha sido su pasado y si, en esta época concreta, vive alguien allí.


EL PUNTO AZUL PALIDO: nuestro planeta,
fotografiado desde 6.000 millones de kilómetros,
40 veces la distancia que lo separa del Sol.
El punto azul pálido

Como consecuencia del reflejo de la luz solar de la nave hacia la Tierra, ésta parece envuelta en un haz de luz, como si ese pequeño mundo tuviese algún significado especial. Pero se trata solamente de un accidente achacable a la geometría y a la óptica. El Sol emite su radiación equitativamente en todas direcciones. Si la imagen hubiese sido tomada un poco antes o un poco después, no habría habido haz de rayos solares que iluminase la Tierra.

¿Y por qué ese color azul celeste? El azul procede en parte del mar y en parte del cielo. Dentro de un vaso, el agua es transparente y absorbe ligeramente más luz roja que azul. Pero si hay decenas de metros de ese elemento o más, éste absorbe toda la luz roja y lo que se refleja de vuelta al espacio es el azul.

Del mismo modo, a corta distancia, a través del aire, el objeto se ve transparente. No obstante -y eso es algo que Leonardo da Vinci explicó a la perfección-, cuanto más distante se encuentra, más azul parece. ¿Por qué? Ello es debido a que el aire dispersa mucho mejor la luz azul que la roja. Por ello, el matiz azulado de ese puntito es debido a su espesa pero transparente atmósfera y a sus profundos océanos de agua líquida. ¿Y el blanco? En un día normal, la Tierra aparece medio cubierta de blancas nubes de agua.

Nosotros somos capaces de explicar ese azul pálido que presenta nuestro pequeño mundo porque lo conocemos bien. Sin embargo, es menos probable que un científico extraterrestre, recién llegado a los aledaños de nuestro sistema solar, fuese capaz de deducir la existencia de océanos, nubes y una atmósfera densa. Neptuno, por ejemplo, es azul, pero por razones fundamentalmente distintas. Desde esa posición tan alejada puede parecer que la Tierra no reviste ningún interés especial…


--- 4 ---

...Pero para nosotros es distinta. Echemos otro vistazo a ese puntito. Ahí está. Es nuestro hogar. Somos nosotros. Sobre él ha transcurrido y transcurre la vida de todas las personas a las que queremos, la gente que conocemos o de la que hemos oído hablar y, en definitiva, de todo aquel que ha existido. En ella conviven nuestra alegría y nuestro sufrimiento, miles de religiones, ideologías y doctrinas económicas, cazadores y forrajeadores, héroes y cobardes, creadores y destructores de civilizaciones, reyes y campesinos, jóvenes parejas de enamorados, madres y padres, esperanzadores infantes, inventores y exploradores, profesores de ética, políticos corruptos, superstars, "líderes supremos", santos y pecadores de toda la historia de nuestra especie han vivido ahí... sobre una mota de polvo suspendida en un haz de luz solar.

La Tierra constituye sólo un pequeño grano en medio de la vasta arena cósmica. Pensemos en los ríos de sangre derramada por tantos generales y emperadores con el único fin de convertirse, tras alcanzar el triunfo y la gloria, en dueños momentáneos de una fracción del puntito. Pensemos en las interminables crueldades infligidas por los habitantes de un rincón de ese píxel a los moradores de algún otro rincón, en tantos malentendidos, en la avidez por matarse unos a otros, en el fervor de sus odios.

Nuestros posicionamientos, la importancia que nos auto atribuimos, nuestra errónea creencia de que ocupamos una posición privilegiada en el universo son puestos en tela de juicio por ese pequeño punto de pálida luz. Nuestro planeta no es más que una solitaria mota de polvo en la gran envoltura de la oscuridad cósmica. Y en nuestra oscuridad, en medio de esa inmensidad, no hay ningún indicio de que vaya a llegar ayuda de algún lugar capaz de salvarnos de nosotros mismos.

La Tierra es el único mundo hasta hoy conocido que alberga vida. No existe otro lugar adonde pueda emigrar nuestra especie, al menos en un futuro próximo. Sí es posible visitar otros mundos, pero no lo es establecernos en ellos. Nos guste o no, la Tierra es por el momento nuestro único habitat.

Se ha dicho en ocasiones que la astronomía es una experiencia humillante y que imprime carácter. Quizá no exista mejor demostración de la locura de la vanidad humana que esa imagen a distancia de nuestro minúsculo mundo. En mi opinión, subraya nuestra responsabilidad en cuanto a que debemos tratarnos mejor unos a otros, y preservar y amar nuestro punto azul pálido, el único hogar que conocemos.


--- 5 ---


El punto azul pálido, por Carl Sagan. (Música de 'Cosmos', por Vangelis).
https://www.youtube.com/watch?v=juhFnXCNQMI


--- o ---


14-Febrero-2010: la NASA celebra el aniversario N° 20 de la foto que Carl Sagan denominó el punto azul pálido, y que fue tomada desde 40 UA (*), en la región de la órbita de Plutón. El Voyager 1 se encuentra ahora a unas 110 UA, y continúa transmitiendo información, aunque la cámara fue desactivada para ahorrar energía.

(*) UA significa "unidad astronómica" y equivale a 150 millones de kilómetros, la distancia que separa a la Tierra del Sol.

31 comentarios :

  1. Sin duda un filósofo, un ser maravilloso...como se le extraña a Carl Sagan. Lo notable en ese hombre era su capacidad didáctica, su simpleza para explicar lo más enmarañado de la ciencia con poesía y buen gusto.

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  2. " Los humanos somos insignificantes, una fina película de vida sobre un oscuro pedazo de roca y metal."

    Que bello! Que trágico!

    Sin embargo sin los humanos, terroristas,aniquiladores, ursurpadores...la tierra no tendría consciencia de ser.
    Sin nosotros nada, absolutamnete nada tendría derecho a ser admirado,valorado,vivido expiado.

    El ser humano es la perfección másima de la creación, el error y el acierto, la perfeccion y la maldición.

    Todo existiría ,por supuesto, pero dime. Quien lo disfrutaría? Quien amaría y pregonaría,extendería y eternizaría ese sentimiento llamado amor que sin un cuerpo espiritual y un alma serían irreconocibles?

    Yo pienso, particularmente y por supuesto muy demagogicamente,que el ser humano fue creado por el universo para satisfacer su vanidad, porque sin alguien que valorase una obra de tal magnitud tal obra no tendría valor ni significado alguna.
    Tu post, como siempre,xclente.

    Un saludo

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  3. Gracias genettica. Tu visión es hermosa, y la respeto, pero me cuesta compartirla.

    ¿Has tomado en consideración que el Universo ha existido durante 14.000 millones de años, pero los seres humanos modernos tenemos sólo unos 200.000 años de antigüedad?

    Para mí, esa realidad es evidencia de que nosotros no somos el fin último. El Universo se las arregló muy bien sin nosotros, y lo volverá a hacer en el futuro si nos extinguimos, como le ha ocurrido a millones de especies antes de nosotros.

    Un abrazo.

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  4. No,no..
    El universo ha existido siempre, nunca existió la nada,si no el universo, si sus componentes. Aunque en la tierra el ser humano solo lleve 2oo.000 nadie puede aseverar que no hayan habido o existan aun otros planetas donde algún ser humano tenga mas antigüedad que nosotros.
    Somos unos perfectos analfabetos al respecto, nuestra limitación fuera de esfera nos convierte en autodidactas del conocimiento, en unos perfectos estúpidos que se descalabran elocubrando, pero que en realidad nada conocen.
    Solo lo mas cercano a casa, nuestras calles y rutas en la via láctes están limitadas por nustros conocimientos.
    Mas allá es posible que existan vidas mucho mas antigüas que la nuestra, las cuales,posiblemente, hayan conseguido medios y conocimientos que les permiten viajar en lo que llamamos ovnis, creo en ellos, es mas, creo en el poder de la mente para transmitir ondas astrales, mas lejos aun que todos los descubrimientos que poseemos.
    Lo que ocurre es que además de estúpidos somos incrédulos, solo cremos en lo factible, en lo demostrable,como debe ser, pero existen conocimientos que escapan a nuestro intelecto, porque forman parte de lo puramente atómico, astral, universal.
    Y no me refiero a la existencia o no de un dios, puesto que rechazo las religiones, pero creo en la divinidad de la creación como un dios en si misma, capaz de todo milagro y toda evolución.

    Un besazo

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  5. Para mí, la insignificancia de nuestro planeta (y de nosotros) en el Universo, transmitida en forma tan hermosa y al mismo tiempo irrebatible por Carl Sagan, expone el absurdo en el que caen las religiones, los nacionalismos, y las pretensiones de superioridad étnica de unos sobre otros, tan frecuentes en los humanos.

    La realidad expuesta en el texto resalta la estupidez de una buena parte de nuestros congéneres, entre los cuales me vienen a la mente Hitler (que llevó a la muerte a 50 millones de personas con tal de controlar una parte de este planeta), los Papas, cardenales católicos, Ayatolá y clérigos islámicos (que no ven más allá de sus narices y se creen representantes de un supuesto ser superior en la Tierra), y Hugo Chávez (que intenta controlar la vida de todos los ciudadanos de su país humillándolos con el desabastecimiento y silenciando los medios de comunicación que lo critican).

    Si el mensaje de Sagan se enseñase en todos los colegios del mundo, en reemplazo de religiones e ideologías que dividen en lugar de unir, estoy seguro de que viviríamos en un mundo mucho mejor.

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  6. Esa fina película de vida se pregunta por si misma y por los arcanos del Cosmos. Desde cierto punto de vista, esa "insignificancia", humana o no, es el mismo Universo hecho consciencia.

    No voy a entrar en el principio antrópico (fuerte o débil) porque es muy discutido y discutible. Si que diré, sin embargo, que si algo no somos es, precisamente, insignificantes. Porque, a pesar de su tamaño y de su longevidad, una estrella es mucho más penosa que nosotros.

    Un saludo.

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  7. Por supuesto Jordi, no es en ese sentido que usaba yo el adjetivo "insignificante". Somos insignificantes en el sentido del espacio que ocupamos en el Cosmos y del tiempo que hemos existido en comparación con la edad del mismo, y para mí, ésa es evidencia de que no somos el propósito de una eventual creación. Por eso me parece importante recalcarlo.

    Somos a la vez insignificantes y extremadamente valiosos. Somos el producto de 13.700 millones de años de evolución cósmica, algo que probablemente ocurre no más de una vez en un millón en las cercanías de cada estrella, y que tarda miles de millones de años en presentarse.

    ¡Cómo podríamos ser insignificantes en ese sentido!

    Me hiciste recordar una de las hermosas frases de Ellie Arroway, el personaje representado por Jodie Foster en la película 'Contact', después de volver de su viaje al centro de la galaxia, mientras se enfrentaba al mismo escepticismo que ella –como científica- practicaba con total convicción:

    I... had an experience. I can't prove it, I can't even explain it, but everything that I know as a human being, everything that I am tells me that it was real. I was given something wonderful, something that changed me forever. A vision of the universe, that tells us undeniably, how tiny, and insignificant and how... rare, and precious we all are! A vision that tells us that we belong to something that is greater than ourselves, that we are not, that none of us are alone.

    http://en.wikiquote.org/wiki/Contact_(film)

    ¡Saludos!

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  8. Hola. Conocí a Carl Sagan garcias a mi amigo Luis Fernando, en la década de los 80's, cuando todavía era yo un escolar. Primero vi la serie de TV Comos y después pude leer el libro, regalo de otro amigo.

    No he tenido oportunidad de leer Un punto azul pálido, salvo este capítulo que ahora has posteado.

    Jack: gracias por compartir este valioso material.

    ¡Saludos!

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  9. Qué gran fragmento, Jack...

    Somos grandes, somos los ojos, y los oídos, y el tacto...somos el mismo Universo conociéndose a sí mismo. Somos consciencia.

    Un hilo de Ariadna recorre los abismos sin nombre, con y sin estrellas. Y la consciencia puede catapultarse hacia ellos. Puede expandirse hasta límites desconocidos. Sólo hay que extender la mano...y la maravilla sucede.

    Saludos, Jack.

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  10. Äriastóteles, Jordi: ¡un placer tenerlos por acá!

    Y aquí está Jodie, en la escena a la que me refería:

    http://www.youtube.com/watch?v=-FbSPXC4btU

    Upps, el visor de mi casco se empañó...

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  11. Hola, Jack. Vi que subiste la versión completa del video "Un punto azul pálido". El 31 de diciembre de 2007 pude disfrutar en Razón atea del fragmento final de la cinta.

    Si te fijas, Genetticca afirma que el Universo ha existido siempre, por lo que tendría que rechazar el Big Bang.

    ¡Saludos, y gracias por compartir!

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  12. sagan siempre logra conectar nuestra humanidad con el cosmos, realmente deberia leerse mucho más de lo que se hace. La serie cosmos revela la belleza y misterio del universo de una forma increible, su lucha por la divulgación cientifica, y el triunfo de la razon, es una tarea aun inconclusa

    http://www.diadelavestia.com.ar/

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  14. De alguna manera Genettica tiene razón: el Big Bang origina el espacio y el tiempo. Puesto que "siempre" es un término que hace alusión al tiempo y este adquiere significado con el Big Bang, el Universo ha existido siempre.
    Después hay otros siempre por el que sólo navegan aquellos que pueden ir más allá del tiempo y del espacio...que son como las meigas...que no existen, pero haberlas, haylas.

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  15. Hola, Jordi. Me gustaría saber qué opina Genetticca de tu argumento.

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  16. Vaya que te gusta provocar Enrique… Te dejé pasar la anterior, pero ya que insistes, te diré que… sí, varias veces he discrepado con Genettica, y se lo he hecho saber, pero su visión sobre estos temas es muy importante para mí, porque es una visión humana e inteligente, cargada de un tipo de religiosidad que respeto y que me interesa conocer, un enfoque que está totalmente libre de las ideas religiosas convencionales, miopes, y pedestres de las religiones organizadas, y al cual todos debiésemos prestar atención.

    ¡Saludos!

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  18. Changos, como lo extraño... Tengo el video en favoritos en mi cuenta en Youtube y cada tanto lo veo y no puedo evitar derramar una lágrima o dos. Sus palabras son hermosas e inspiradoras pero aún mejor que leerlo es escucharlo. La voz de Sagan es muy tranquilizante y logra transmitir muy bien la admiración y pasión que él sentía sobre el cosmos.
    Se lo extraña mucho.

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  19. Te entiendo perfectamente Daneel.

    Cuando vi la serie Cosmos por primera vez, hace ya mucho tiempo, quedé deslumbrado.

    Aunque todos mis familiares y profesores eran católicos, yo había desarrollado dudas respecto de esa religión. ¿Pero, quién era yo para negar lo que todos a mi alrededor creían?

    Y aquí estaba este hombre extraordinario, explicando la evolución del Universo con su voz tranquila, en forma clara y brillante a la vez, respaldado por la evidencia y la razón, sin recurrir a dioses o a argumentos de autoridad.

    Le debo mucho.

    Es una lástima que haya muerto tan joven. Pero bueno, de alguna forma, Carl sigue vivo en nosotros.

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  20. Äriastóteles



    En cosmología física, la teoría del Big Bang o teoría de la gran explosión es un modelo científico que trata de explicar el origen del Universo y su desarrollo posterior a partir de una singularidad espaciotemporal.
    El Universo ilustrado en tres dimensiones espaciales y una dimensión temporal.

    Michio Kaku ha señalado cierta paradoja en la denominación big bang (gran explosión): en cierto modo no puede haber sido grande ya que se produjo exactamente antes del surgimiento del espacio-tiempo, habría sido el mismo big bang lo que habría generado las dimensiones desde una singularidad; tampoco es exactamente una explosión en el sentido propio del término ya que no se propagó fuera de sí mismo.

    En su forma actual, la teoría del Big Bang depende de tres suposiciones:

    1.La universalidad de las leyes de la físicas, en particular de la teoría de la relatividad general
    2.El principio cosmológico
    3.El principio de Copérnico

    Estamos hablando de teorias. Nada hay que de por sentado que el universo se inició con el big bang.

    En ese estado de las cosas tampoco podemos asegurar que antes de esa gran explosión no existieran universos.
    Y desde ese prisma quizas también los dioses son teorias.

    Un saludo a todos.

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  21. Jack Rational

    Religion proviene de religar...yo no estoy religada a ningun dogma ni creencia que quede fuera de mis teorias, ya que incluso éstas, por ser teorias no me permiten reeligarme.
    Tu admiración por Sagan podría denominarse como una especie de religión,es la misma admiración que yo siento por la creación ,por el universo como causa de todas las causas existentes. Por eso le concedo el nombre de dios.
    Suelo pedirle al universo fuerzas para vivir la vida de acorde con sus leyes, sabiduria para el discernimiento de las mismas y amor para amar a toda la creación sin discriminación de ninguna clase.

    También cuando estoy dseperada levanto la vista hacia las estrellas y encuentro la paz sin pedir nada, solo con saber que somos la misma cosa, la misma sustancia.

    Un fuerte abrazo

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  22. Estimada genetticca

    Concuerdo contigo en que ése es el significado literal de "religión", pero yo no usaba la palabra en ese sentido. De hecho no la usé, sino que dije "tipo de religiosidad", y lo hice pensando en la "religiosidad cósmica" de Einstein, que aparece en mi artículo N° 7, porque veía una similitud entre tu perspectiva y la de él. En todo caso tienes toda la razón en corregirme; yo no tengo ningún derecho de interpretar tu visión sobre el tema.

    Respecto de mi relación con Sagan, no tiene nada de religiosa. Yo no creo en nada de lo que haya leído o escuchado de Sagan porque lo escribió o lo dijo Sagan. Y lo mismo aplica a Newton, Einstein, etc. Todos se han equivocado. Es humano equivocarse. Mi admiración por Sagan no es de tipo religioso, es intelectual.

    Un fuerte y sincero abrazo.

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  23. Hola, Genetticca. Genial lo que sostiene Michio Kaku.

    Estoy de acuerdo con Jack: lo que sentimos por Sagan no es religioso, es amor a la ciencia, a la búsqueda.

    A ambos: Yo también advertí cierto parecido entre el Dios Universal de Einstein y la visión de Genetticca.

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  24. Los dos sois maravillosos.

    La verdad es que teneis razón. Lo que yo siento por el Universo es exactamente lo mismo que el universo siente por mi, puesto que,insisto, ambos estamos compuestos con los mismos elementos.
    Autor y obra,siempre suelen ir unidos.


    Un fuerte abrazo a los dos.

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  25. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  26. Yo también admiro a Sagan y amo las ciencias, aunqué éstas sean inexactas. Buscar no siempre es encontrar,pero nos mantiene activos y a la espectativa. El triumfo sobre la certeza de algo buscado debe ser la ostia, te lo digo yo que llevo 25 años escarbando en el arte.

    Mas abrazos

    1/30

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  27. En el canal Odissea hacen documentales sobre el universo muy buenos. He conseguido aprender mucho de ellos y creo que tu blog tambien es un buen maestro para adquirir conocimientos.
    Fascinante siempre este tema.
    Un saludo.

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  28. Hola Luna! Gracias por tu comentario, y bienvenida.

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  29. Jack:

    Cada vez que entro a tu blog, aumenta mi respeto por los científicos.

    Gracias de nuevo por compartir este panel sobre Sagan.

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